Una vez más, en la final de la
copa de Rey, sucedió lo que tenía que suceder, en cuanto los
cortitos de mente. Esa maza borreguil que es dirigida por
cuatro “intelectuales”, que les hacen bailar al son que les
tocan, respondió a la llamada de esos “intelectuales” que
les regalaron pitos para volvernos a demostrar que el
independentismo no es más que aldeanismo en su más alto
grado.
Ni en las tribu más remotas y perdidas del planeta Tierra,
se silbaría a lo que ellos, esas tribus considerasen el
himno de su país o de su tribu, ya que de tribus estamos
hablando. Naturalmente porque en esas tribus perdidas en el
planeta, no son independentistas aldeanos, ni una maza
borreguil que la puedan dirigir cuatro “intelectuales”.
Esas tribus a las que algunas sociedades, de esas que se
llaman desarrolladas las consideran “salvajes”, tiene mayor
personalidad, sus cerebros no son planos como el aldeanismo
independentista y una gran personalidad que les impide
aceptar que cuatro “intelectuales” de pacotilla les manden
les ordenen lo que tienen que hacer.
Pitar el himno español es una cobardía, que realiza esa
misma maza “borreguil” que después acude a Canaletas a
celebrar el haber ganado un trofeo que ellos nos quieren por
ser español. Sería de valientes que los clubes que no
quieren ser españoles, dejasen de jugar la Liga de Fútbol y,
por encima de todo, no jugasen la Copa del Rey.
Igualmente sería de valientes acabar, de una vez por todas,
por parte del gobierno no tolerando más esa ofensa,
suspendiendo cualquier actividad que implicara un desaire
tan barriobajero a nuestro himno y a nuestro Rey.
Como dice un buen amigo mío, Navas y no de las Navas de
Tolosa, sino ceutí de pura cepa, todo eso se acabaría
cambiando le nombre a la competición, dejar de llamarle la
Copa del Rey, para llamarla la Copa de la Federación.
Se les daría una gran alegría a todos los españoles de
España, a los que amamos a España, respetamos nuestro himno
y a nuestro Rey, que cada vez que esos independentistas de
pacotilla pidan más dinero a España, sacado del bolsillo de
todos los españoles, para pagar sus deudas les diésemos un
NO por respuestas.
El populismo siempre degenera, y si el Estado no usa su
poder para contenerlo, la barbarie avanza, y lo que pasa en
los campos de fútbol que, al parecer, es algo normal puede
llegar a ser también normal en la calle, inundando las
instituciones hasta que no quede nadie para defenderlas. Ese
será el final si nadie toma cartas en el asunto que se le
está escapando de las manos.
El independentismo de la mano de Mas y sus socios está
naufragando en sus aspiraciones políticas, y si el Arturo
quiere encontrar alguna respuesta a ello, que la busque en
ese aldeanismo puro manejando a la maza borreguil por medio
de silbatos.
España tiene que entender que todo se les está escapando de
las manos. Tiene que tomar grandes decisiones, aunque no
sean, como se dice “políticamente correcta”, para no tener
que recordar la frase que le dijo la madre a Boabdil el
Chico: “llora como…
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