Cuatro de cada diez conductores fallecidos el año pasado en
accidente de tráfico presentaron resultados positivos en
sangre a drogas y/o alcohol y/o psicofármacos, según consta
en la memoria sobre víctimas mortales en accidentes de
tráfico 2014, elaborado por el Instituto Nacional de
Toxicología y Ciencias Forenses.
Estos datos, junto con los resultados de los controles
preventivos y aleatorios realizados hasta ahora, llevan a la
Dirección General de Tráfico a incrementar durante una
semana la vigilancia sobre este factor de riesgo, causante,
según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad vial
(ERSO), del 25% de todas las muertes en carretera en Europa.
Durante los siete días de duración de la campaña (1-7 de
junio), los agentes de la Agrupación de Tráfico de la
Guardia Civil (ATGC), incrementarán los controles
preventivos de alcohol y drogas entre los conductores, en
cualquier carretera y a cualquier hora.
Como suele ser habitual, se ha invitado a las policías
locales y autonómicas a sumarse a la campaña, de modo que se
traslade a los distintos usuarios de la vía el mensaje de
tolerancia cero de alcohol/drogas y conducción
independientemente de la vía por la que se circule.
Una de las razones de seguir realizando este tipo de
campañas es la constatación que el aumento de los controles
preventivos es uno de los factores que está favoreciendo un
cambio de comportamientos de los ciudadanos sobre esta
materia haciendo que el porcentaje de positivos en controles
preventivos de alcoholemia haya descendido del 5% en 2001 al
1,7% en 2013. El objetivo establecido en la Estrategia de
Seguridad Vial 2011-2020 es bajar del 1% los positivos de
alcoholemia en los controles preventivos aleatorios. Además
y teniendo en cuenta que muchos de los conductores son
policonsumidores, es decir que se ponen al volante tras
haber consumido varias sustancias, Tráfico está
incrementando las pruebas de detección de drogas. 2014 ha
sido el año en el que por primera vez en la historia de la
DGT se han realizado controles preventivos masivos de drogas
en nuestro país. Así, la ATGC ha realizado 30.000 test
preventivos con un resultado de un 35% de conductores
positivos a drogas ilegales. Para este año se duplicará el
número de pruebas.
Desde comienzo de año, los conductores implicados en un
accidente, además de ser sometidos al test de alcoholemia
también se les requiere para realizar el de drogas, acción
que supone una inversión importante en medios.
Peatones
En porcentajes similares se encuentran los peatones
fallecidos en accidentes de tráfico. Según la memoria del
Instituto Nacional de Toxicología, en 2014 el 40% de los
peatones fallecidos resultaron positivos a drogas y/o
alcohol y/o psicofármacos.
Menor percepción o errónea de su entorno, pérdida de visión,
mayor asunción de riesgos son algunas de las consecuencias
que se derivan de la ingesta de alcohol, aumentando la
posibilidad de sufrir un atropello.
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Muy penalizado por Ley
Debido a la importancia que este
factor tiene en la siniestralidad vial, la reforma de la Ley
de Seguridad Vial dio un paso adelante, incrementando las
sanciones y poniendo a los reincidentes en el punto de mira.
Para estos conductores, tomados como tales aquellos que
hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior
por dar positivo a alcohol, la sanción es de 1.000 € y la
detracción de 6 puntos. Esta misma sanción y detracción de
puntos se aplica también a aquellos conductores que circulen
con una tasa que supere el doble de la permitida. En el caso
de las drogas, la ley prohíbe conducir con presencia de
drogas en el organismo del conductor, quedando excluidas las
sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y
con una finalidad terapéutica. Esta infracción catalogada
como muy grave está castigada con una sanción de 1.000 € y
la retirada de 6 puntos. Además de la sanción
administrativa, el Código Penal recoge en su capítulo IV los
delitos contra la seguridad del tráfico, entre los que se
incluye la conducción con exceso de alcohol o bajo la
influencia de drogas.
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