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La Policía Local se engalanaba
ayer para honrar a su patrón a través de una serie de actos
que daban comienzo en la Santa Iglesia Catedral y que
continuaban en el Salón del Trono del Palacio Autonómico.
Fue allí, en este salón noble donde se reconocía el trabajo
que a diario realizan los más de trescientos funcionarios
que hoy por hoy componen el cuerpo de la Policía Local. Una
trabajo cargado de abnegación y entrega, y que en la mayoría
de las ocasiones no es reconocido como merece.
Lejos de la controversia surgida por la concesión de la
Medalla al Mérito de la Policía Local, al superintendente
jefe de este cuerpo, hay que valorar el trabajo diario que
estos funcionarios públicos realizan con el fin de velar por
el bienestar de los ceutíes. Una policía que con el paso de
los años se ha hecho mucho más cercana y a roto esa posible
barrera invisible pero presente que situaba a los agentes
locales como una autoridad inaccesible.
La llegada de la UPAC ha contribuído todavía más a eliminar
esa barrera y a conseguir una policía más cercana, más de
los ciudadanos, atendiendo todas y cada una de las
incidencias que se plantean y conociendo más en profundidad
los problemas de los vecinos y vecinas de Ceuta. Como bien
dijo ayer la consejera Bel, si hoy por hoy no existiera la
Policía Local, sería una urgencia su creación, ya que el
trabajo que este cuerpo realiza es insustituíble a la hora
de lograr que prevalezca el bienestar de los ceutíes.
Por este motivo, y desde estas líneas EL PUEBLO se suma a
todas las felicitaciones que los integrantes del Cuerpo de
la Policía Local recibieron ayer, por ese trabajo de entrega
por el bien de la ciudadanía. Desde aquí, desde estas
líneas. Felicidades.
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OPINIÓN / EDITORIAL
