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El Instituto Nacional de
Estadística ha publicado los resultados de la encuesta de
condiciones de vida y Ceuta ha vuelto ha quedar muy mal
parada, ya que la ciudad lidera los territorios con mayor
tasa de pobreza y exclusión social. Si ya los datos
ofrecidos por el INE el año pasado eran escalofriantes, con
un 44,3 por ciento de los ceutíes en riesgo de pobreza, un
año más tarde esa cifra sigue aumentando y provocando que
uno se estremezca.
Urge, y esperemos que en esta nueva legislatura que comienza
y con esa salida de la crisis que ya se ha anunciado desde
el Gobierno de Rajoy, se pongan en marcha políticas que
logren poner freno a estos lamentables datos que colocan a
Ceuta y a los ceutíes en una situación verdaderamente
preocupante. No se puede consentir que en una sociedad como
la actual existan esas brechas sociales tan acusadas. Una de
las principales medidas que deberían llevarse a cabo para
intentar revertir esta situación pasa por un cambio radical
en las políticas de empleo. Ceuta necesita crear empleo, y
empleo de calidad. Ceuta no se puede permitir seguir
aumentando el listado de desempleados, y no se puede seguir
esperanzados en los planes de empleo. Hay que buscar
formulas nuevas, enfocadas en la formación y en incentivos
en los empresarios para que creen puestos de trabajo de
calidad.
Logrando parar esta grave hemorragia que sufre la ciudad, se
puede comenzar a arreglar otras anomalías y enfermedades
preocupantes como la tasa de pobreza y exclusión social. La
sociedad debe concienciarse de que eliminando esa brecha
social se lograrán grandes avances, no solo sociales, sino
también en el tejido productivo y económico de la ciudad.
Debe ser un labor a largo plazo, pero hay que empezar a
poner remedio ya.
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OPINIÓN / EDITORIAL
