La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta, con el
corazón dividido entre la alegría de haber podido
reencontrarse con la Blanca Paloma y la tristeza de un
“hasta el año que viene”, llegó ayer por la tarde a la
ciudad, alrededor de las 19.00 horas, después de la
peregrinación realizada este año.
Una vez en el puerto ceutí y desembarcada la carreta con el
Simpecado, los rocieros caballas marcharon desde el Puerto
hasta la Parroquia de Santa Teresa, actual sede de la
Hermandad desde el mes de febrero del año 2008, para
depositar como se merece y en su altar, esta importante
insignia de la cofradía.
Poco antes de cumplirse las 19.30 horas, los rocieros
ceutíes, con sus cánticos a la Blanca Paloma, llegaron a los
aledaños de la Parroquia de Santa Teresa, y en un emotivo
acto volvieron a dejar el Simpecado en su preferente lugar,
dándose así por concluida la peregrinación de este año a la
aldea almonteña de El Rocío.
La felicidad de haber regresado bien hasta Ceuta y de haber
cumplido un año más con el siempre deseado encuentro con la
Reina de las Marismas, iluminaba los rostros de todos los
rocieros que acompañaron hasta el último momento al
Simpecado de la Hermandad.
Finalmente hay que mencionar que el próximo sábado día 30 de
mayo a las 19.00 horas se celebrará en la Parroquia de Santa
Teresa la Misa de Acción de Gracias, misa que se celebra al
regreso de la peregrinación para dar gracias por el buen
camino realizado este año y que este año se hará coincidir
con la Sabatina de la Hermandad.
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