La final de la Copa Cadete de Fútbol Sala entre Puerto On365
y Natación Ceuta ha cumplido con todos los requisitos de
partido grande: emoción, ocasiones, momentos de tensión,
entrega de ambos contendientes y sobre todo goles, muchos
goles. Hasta veinte tantos, diez para cada escuadra que se
han visto en el global de los 40 minutos reglamentarios y
los 10 de prórroga según informa el gabinete de prensa de la
FFC.
En la lotería de los penaltis, el Natación no falló ninguno
de sus tres lanzamientos (Muhammad, Pipo y Musa) y el equipo
portuario erró en su último disparo, por lo que el título se
marcha a las vitrinas del club que preside Nicolás
Rodríguez.
Partido loco, de los que no se recuerdan en los últimos
años, el que nos han brindado estos dos equipos. La
formación entrenada por ‘Quino’ Gallardo, que partía como
principal favorito en esta final, estuvo muy cerca de verse
sorprendido por un rival que nunca perdió la fe y que
gracias en parte a la actuación de Nesar, autor de 8 de los
10 goles de su escuadra, rozó la heroica.
El Natación se puso ganando en los primeros compases
(minutos 2, 5 y 8) por un cómodo 0-3 (Muhammad, Musa y
Lorente), pero los de Mena, todo un ejemplo de pundonor,
igualaron el resultado. Sin embargo, los naranjas
reaccionaron y se marcharon al descanso con ventaja de 3-6.
En la segunda mitad no se bajó la intensidad. El Natación,
con el resultado a favor, buscaba sentenciar ante un Puerto
que trataba de meterse nuevamente en el partido a base de
balones largos que ponían en jaque el sistema defensivo de
su rival.
Nesar, en dos contras perfectamente culminadas, ponía el
marcador en un ajustado 5-6 a falta de 10 minutos para el
final.
Dani (33’) daba mayor respiro a los suyos al batir a
Cristian tras una rápida acción que terminó en el fondo de
las mallas, pero la réplica llegaba otra vez por mediación
de Nesar al ejecutar una falta desde el borde del área. El
dorsal número 4 rojiblanco, que fue una auténtica pesadilla
cada vez que salía desde el banquillo para golpear a puerta,
ponía el 6-7 en el luminoso en el minuto 34.
Mezquini evitó el empate al rechazar con el cuerpo un tiro
de Moya. El portero del Natación cometía la quinta falta de
su equipo en el 37 por manos fuera del área y Nesar, con el
‘cañón’ preparado, se encargaba de equilibrar el marcador a
7 goles. A renglón seguido, Luis García tuvo el 8-7, pero el
meta de los naranjas salvaba in extremis con el pie.
Dentro del último minuto (a falta de 46 segundos para el
final), el conjunto de la barriada le daba la vuelta al
marcador. Nesar, de nuevo desde los 10 metros, conseguía
perforar la meta de un Natación que estaba contra las
cuerdas. Musa pudo igualar con un doble penalti que se
marchó fuera y prácticamente, en la última acción, cuando al
cronómetro le quedaban 10 segundos para el pitido final,
Muhammad establecía el 8-8 en una jugaba ensayada de córner.
Mientras, el público se lo pasaba en grande viendo el
festival de goles.
Prórroga de infarto
Con los dos equipos justitos de fuerzas (se jugó a reloj
parado), daba comienzo la prórroga (2 tiempos de 5 minutos
cada uno). Cada falta señalada en contra podía jugar un
papel decisivo, ya que ambos habían superado el ‘bonus’ en
el último tramo del segundo acto.
A los 2 minutos de este tiempo ‘extra’, Luis García se
inventaba una genialidad para poner por delante a los
portuarios (9-8). Antes del descanso, Muhammad obtenía el
9-9 tras un zapatazo ‘marca de la casa’ con su prodigiosa
zurda, aunque el Puerto acabaría la primera parte de la
prórroga con ventaja al anotar Nesar otro doble penalti a
falta de 12 segundos para el descanso (10-9).
Quedaban 5 minutos más y todo estaba en el aire. El
Natación, con mucho talento arriba, salió a por todas y
Lorente, con un potente chut por el centro de la portería
desde los 10 metros, batía a Cristian en el 47. Con el
increíble marcador de 10-10, y a falta de 3 minutos, los de
‘Quino’ dispusieron de 2 faltas consecutivas que no
encontraron el camino del gol, llegándose a los lanzamientos
de penaltis.
El Puerto era el encargado de iniciar la lotería desde el
punto fatídico, pero en su último disparo, tras anotar los
dos primeros, el balón se estrellaba en el larguero. En el
definitivo, Musa batía a Cristian y le daba esta agónica
final a los suyos.
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