Los voluntarios de la Cruz Roja de Ceuta volvieron a hacer
posible ayer que los discapacitados pudieran ejercer su
derecho al voto y lo hicieron gracias al sistema de
transporte adaptado que pusieron a disposición de todos los
ceutíes con problemas de movilidad que no tuvieran medios
para poder acudir a su colegio electoral. Casi una veintena
de personas hicieron uso de este servicio para el que
estuvieron operativos 20 voluntarios y cuatro vehículos
adaptados. Desde la apertura de los colegios hasta el cierre
de las mesas, a las 20.00 horas, Cruz Roja estuvo pendiente
también del teléfono de urgencia que habilitaron para si
alguna persona sufría alguna incidencia y necesitaba de
transporte para ir a votar. Número al que llamaron varias
personas a lo largo de la jornada, según trasladó el
responsable de comunicación de Cruz Roja en la ciudad,
Germinal Castillo.
Sin barreras
Este servicio de transporte adaptado, aunque pasa
desapercibido entre las numerosas informaciones sobre los
resultados electorales, resulta fundamental para el
colectivo de personas con discapacidad que, de no ser por
esta posibilidad, no podrían participar en el máximo
exponente de la democracia: las elecciones. “Esto demuestra
que la discapacidad no es una barrera”, recordó Castillo
para explicar que de no ser por este servicio esta veintena
de personas no hubiera podido acudir a votar.
Entre los usuarios que ayer utilizaron el transporte
adaptado había desde personas con esclerosis múltiple a
mayores que, por su avanzada edad, han visto reducida su
movilidad. Desde que se comenzó a prestar este servicio en
las elecciones, hace casi dos décadas, el número de personas
que se ha valido de él ha sido estable, aunque este año ha
aumentado en cinco.
La anécdota del día la protagonizó uno de los usuarios que
pidió a los voluntarios que, ya que había salido a votar, si
podían pasar a comprarle el pan. Y es que, tras echar la
papeleta, y hasta la próxima cita electoral, la vida sigue
igual.
|