Ayer siendo el 23 de mayo y en la Cruz de Mayo de la
Fundación de Alberto Gallardo…he visto al bailar al grupo de
Lesmes bailar a la armonía! Porque enfrente, como en el
claro laberinto del cristal de las miradas, varios mantones
de Manila bordeadas por la espuma blanca de sus faldas,
pintaban un continuo lienzo sobre su negro mantón floreado
en amarillo y rojo que giraba uniendo música y cuerpo. Y con
ello todo desaparecía ante el movimiento del instante. Las
danzarinas hacían que sus cuerpos desaparecieran y
aparecieran conforme a los acordes de la viva música
andaluza, que muy cerca marcaba su bello balanceo.
Fue un momento, donde todo se hacia irreal. Solo movimiento
acompasado a los sones que en el aire se escuchaban. ¡Baile,
cuerpo y música, cubrían todo mi universo! Y con ese baile…
con ese instante de música y movimiento, mil mundos se
abalanzaban sobre los pensamientos. Y todo era armonía de
momentos sin tiempo. Dejando tan solo que el baile se
conjugase con todo el firmamento de nuestros pequeños
universos. ¡Un instante donde todo se paro sin tiempo! Solo
una sensación de atracción sin gravedad, permitía al bello
instante llenar todo un ilimitado infinito, sujetándolo
hacia el desconocido pensamiento de la luz y el color con
los que nos acompañaba el día...
Y ante mi mirada, las vasijas de arcilla de las bailarinas…
¡arcilla de la que todos estamos hechos!, se ablandaba
llenándose de los cercanos acordes musicales de guitarra y
color que acompañaban su armonía. Eran ¡Sones, siempre
recordados en nuestra casa! En los que la fuera del eco crea
una música alegre que anima el movimiento de la arcilla
creada transformándola como en un cuento en belleza de
nuestra tierra. Haciendo que los universos se encuentren y
dancen juntos con los mares que nos acompañan.
Porque…ante nuestros ojos…Manos, pies y cuerpo trazaban
hechizando y uniendo a todos .los pensamientos de un mundo
nuestro, labrando un raro cristal que traslucido bailaba
junto a nosotros. Eran formas, colores y música hermosa lo
que entre perdidos rumores sobre nuestros pensamientos se
abalanzaban.
Es entonces cuando todos comprendimos, que con el baile y el
esfuerzo de la fundación de Alberto Gallardo, la vida otra
vez se nos puede mostrar sedienta de saber de lo que la
música y la dedicación nos puede enseñar cada día! ¡Esa es
la magnifica gloria de la armonía que el Ballet de Lesmes,
en la Cruz de mayo de la Fundación Gallardo nos mostró este
día 23 de mayo!
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