Intencionadamente, he dejado para
casi el final de la campaña electoral hacer una reflexión
sobre lo que puede y deberá hacer José Antonio Carracao, en
este PSOE de Ceuta, que está costando demasiado trabajo
sacarlo de la ciénaga en la que lo metieron hace casi veinte
años, tras haber gobernado, pienso que, sin buenas
compañías, y que cada uno interprete por donde vamos.
En principio, no quisiera cometer aquí el error que ayer
cometí, cuando dije que Juan Vivas ahora mismo era
presidente en funciones, cosa incierta hasta el próximo
lunes que sí lo será no sé por cuantos días. Y debo
agradecer la llamada al periódico de uno de esos lectores
que “milimétricamente” analizan aquello que decimos,
especialmente cuando hay errores, aunque en los aciertos
esas voces piadosas no suelen dejarse ver la cara.
Pero volviendo a Carracao, creo que, con todo su equipo,
están haciendo una buena campaña y eso tiene que tener su
recompensa, si es que aquí se sabe valorar el trabajo.
Los seis escaños que se les atribuyen les dejarían lejos,
todavía, de poder gobernar, salvo que las previsiones de
hace un mes fueran ciertas y el PP estuviera, tan sólo,
rozando la mayoría absoluta.
Ahora, las encuestas “más que cocinadas, asadas” han
comenzado a colocar el “voto del miedo” que unido a la buena
campaña que, también, está haciendo el PP puede llevar a que
éstos recuperen una parte que tenían perdida de los votos de
otras veces.
De todas formas, José Antonio Carracao que no cae mal a casi
nadie, si exceptuamos a ese “chico” que aspira a ser
presidente un día, aunque no vaya encabezando una
candidatura, digo que el buen talante de Carracao merece un
apoyo de la juventud, merece un apoyo de las personas
moderadas y sensatas, para que la imagen de Ceuta sea más
variopinta de lo que es, desde hace ya muchos años.
¿Qué le ha faltado hasta ahora a Carracao?. Posiblemente,
saber jugar con las cartas marcadas de los políticos, al no
haberle orientado, desde el principio, por parte de su
propio partido. Afortunadamente, en estos días, estamos
viendo al Carracao con más garra, con más fuerza, con más
ganas y dispuesto a todo, por el camino que marca la
política pero, si es preciso, pisando los “juanetes” a
cualquiera de los que, desde dentro o desde fuera, le han
ido poniendo la zancadilla, constantemente. Y es que, todo
hay que decirlo, no hay y no ha habido, al menos en Ceuta,
un político al que, desde dentro de su propio grupo y desde
fuera, se le hayan puesto tantos obstáculos en el camino.
Por eso, ahora mismo, visto lo que hay, visto como se
desenvuelve, tenemos que decir que es el momento para lograr
unos buenos resultados que le permitan dejarse ver, desde el
primer día que comience la legislatura.
No han sido muchas las veces que hemos podido coincidir José
Antonio Carracao y yo, en reuniones de interés, pero sí
puedo asegurar que es, de todos los políticos que se mueven
hoy en Ceuta, el que mejor es capaz de encajar la crítica
desfavorable, sabiendo mirar de frente y no viendo al que le
critica como si fuera un enemigo suyo.
Sus valores, en el mundo de la política, su talante, su
saber donde está, en cada momento, le hacen acreedor a
lograr unos buenos resultados.
Juventud y ganas de trabajar los tiene por arrobas y a
partir de aquí Ceuta debe contar con Carracao, porque de lo
contrario se está perdiendo a una persona que puede ser muy
útil a esta ciudad.
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