A toro pasado y a modo de complemento gráfico de las
columnas de Opinión publicadas días pasadas, sirvan estas
fotos de testimonio de las actividades desarrolladas en esta
tercera edición del Festival Internacional de Arte y
Patrimonio Amazigh en Alhucemas, organizado por la
asociación Rif Siglo XXI en colaboración, entre otras
entidades, con el Consejo Regional Taza-Alhucemas-Taunat,
presidido por el doctor Boudra.
Este año fue prolijo en actividades de todo tipo: desde
conferencias a obras de teatro, y debates sobre la
identidadaamazigh, pasando por la presentación de proyectos
como el parque temático medina Al-Andalus, la excursión a
Snada,y muestras deportivas de kárate o de folklore rifeño y
albanés.
De telón de fondo, el ansia cultural de una población
relativamente aislada geográficamente dentro de Marruecos
pero con una gran vitalidad. Y como paradigma, la
interrogación sobre la identidad amazigh y, sobre todo, la
ralentización en el proceso de asentamiento cooficial de la
lengua y escritura bereber en Marruecos, tal y como se
expresa en el título de este año. “La oficialización real
del tamazight: entre obstáculos jurídicos y prejuicios
ideológicos”.
La realidad es que pese a su elevación en 2011 a rango
oficial como lengua del país al lado del árabe, el
desarrollo normativo de la misma está dejando bastante que
desear, a lo que según fuentes internas del movimiento
amazigh no sería ajena la asunción del gobierno por los
islamistas parlamentarios del PJD (Partido de la Justicia y
el Desarrollo), así como por la remontada salafista que está
sufriendo Marruecos.
Por su lado, los islamistas berberófonos del PJD
contraatacan argumentado que solo la expresión en escritura
árabe puede salvar al bereber de su extinción.
En cuanto al Instituto Real de Cultura Amazigh (IRCAM),
institución oficial, defiende el uso de la escritura en
tifinagh por ser la propia de la milenaria cultura amazigh.
Argelia opta por una tercera vía para la grafía bereber.
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