El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez,
refutó frontalmente el término “rechazo en frontera”,
argumentando que no es así, “y no es una cuestión
terminológica, es simplemente llamar a las cosas por su
nombre”.
Martínez destacó el trabajo “encomiable” que la Guardia
Civil “está haciendo en Ceuta y en Melilla de protección de
nuestras fronteras, que no son solo las de España, sino las
de Europa, que son complicadas y sometidas a una fuerte
presión y, en muchos casos, a situaciones muy difíciles”.
Por eso con la reforma de la Ley de Extranjería lo que se
pretende, según explicó, es “aflorar una ilegalidad de una
manera más clara, más explícita, pero sobre la base que esa
legalidad ya existía”, dejando más claro como actúa un
cuerpo policial, en este caso la Guardia Civil, “que tiene,
nada menos, que evitar que se produzcan entradas irregulares
en nuestro territorio”.
Interior y la Guardia Civil “tienen que defender la
legalidad en la frontera, y hay que hacerlo
proporcionadamente, por supuesto”, dijo.
Europa se está tomando muy en serio el drama de la
inmigración, así lo reconoció el secretario de Estado,
“aunque sobre todo en el Mediterráneo Central”. “Ceuta y
Melilla, la situación de la inmigración, siendo complicada,
no llega, ni mucho menos, a la situación de gravedad y de
dramatismo que tiene esa zona, aunque le hemos pedido a
Europa que tenga con España la misma sensibilidad y
seguiremos insistiendo a la hora de hacer una agenda de la
migración”.
Oficina de asilo
También aseguró en su encuentro con los periodistas que no
se ha recibido ninguna petición de asilo desde la apertura
de la oficina para este menester en la frontera del Tarajal.
Así, Martínez dijo que pese a ello está cumpliendo con las
expectativas. Lo que el Gobierno persiguió es que esa
posibilidad existe y que “nadie pueda decir que salta la
valla o que entra ilegalmente en territorio español porque
tiene que pedir asilo”.
El secretario de Estado evidenció que quien quiera pedir
asilo “lo puede pedir en frontera, y nadie podrá invocar que
para pedir asilo hay que saltar la vaya o entrar
irregularmente”. “Eso sería como defender que para poder
ejercer un derecho hay que incumplir la legalidad”,
Dijo que aún es muy pronto para evaluar el uso de la
oficina, asegurando que no falla nada, ya que “está a
disposición de los solicitantes de asilo, y habrá que ver
con el tiempo como evolucionan las solicitudes, puesto que
“un solicitante no es cualquier inmigrante que huye de un
situación económica adversa”.
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