Jefe, me acuerdo de la
conversación que mantuvimos el otro día, donde decía que,
sobre todo, en las elecciones generales iba a haber
sorpresas. Y sucede en Inglaterra donde todas las encuestas
no le daban mayoría Cameron y va, éste señor, y saca mayoría
absoluta. Perdóneme, pero voy a tener que creerme todo
cuanto diga sobre las encuestas, y esas sorpresas que se van
a dar en las generales.
Tú, enano, eres un gran crédulo. No debes dar por bueno todo
cuanto se me ocurra decir sobes las encuestas y las
sorpresas que se van a dar, sobre todo, en las elecciones
generales. Para que te sirva de orientación, te diré que la
política, y sobre todo los políticos se mueven a golpes de
sondeos. Y según esos sondeos ellos actúan para tratar de
atraerse los votos de aquellos indecisos que, en definitiva,
son los que te pueden dar la victoria.
Todo eso me parece muy bien, y lo tendré en cuenta, pero
usted ha acertado en cuanto de las encuestas se trata visto
lo visto, en el Reino Unido, donde esas encuestas han sido
un fiasco.
Mira, enano, en las encuestas pase los que pase, aciertan,
según la teoría de las empresas que se dedican a las mismas.
Las empresas dedicada a las mismas, te darán toda las
explicaciones oportunas de por qué, como y hasta cuando los
electores, en su supina ignorancia se ofuscaron dándoles la
razón a ellos.
Jefe, usted perdone, pero entonces para qué valen las
encuestas.
Las encuestas valen para poco, por no decir para nada, salvo
para llenar páginas de periódicos y telediarios de las
distintas cadenas. El personal, enano, vota contra los
sondeos, pues nadie te dice la verdad de lo que va a votar,
en las encuestas que les hagan. De ello podemos tomar nota
de los que ha sucedido en las elecciones andaluzas, donde
para evitar a Podemos se produjo una movilización de los
populares a Susana Díaz.
O sea, jefe, algo parecido a lo que ha sucedido en el Reino
Unido, en que el miedo a la llegada de algo radical y al
auge del nacionalismo el personal, como usted denomina a los
votantes, se ha decidido por aquello que dice; “más vale
malo conocido, que bueno por conocer”.
Efectivamente, enano, esa ha sido la victoria de Cameron. El
personal ha dejado, con claridad meridiana, que miente a los
encuestadores, y que el apoyo de los actores, escritores y
humoristas a ciertos candidatos no influye los más mínimo en
el electorado.
Entonces, jefe, por qué a todos se nos va la boca, en cuanto
aparecen partidos populistas o progre diciéndoles que les
vamos a dar nuestro voto, para que todo cambie.
Tú los has dicho, enano, a todos se nos va la boca con las
palabrerías que escuchamos de eso partidos progre, les
mostramos nuestra simpatía e incluso les aseguramos nuestro
voto por ese sentimiento que sentimos por la llega de esos
nuevos partidos, que van a solucionar todos nuestros
problemas aunque, al final, no nos solucionan nada de nada.
Entonces, jefe, por qué votamos lo contrario.
Muy sencillo enano votamos, más que nada, mirándonos la
cartera.
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