La juez del juzgado de Instrucción número cinco de Ceuta ha
decretado prisión provisional para el padre y a la
“portadora” de la maleta en la que se oculto Abou, el niño
de 8 años que el jueves por la mañana trató de cruzar de ese
modo la frontera del Tarajal. Se les acusa de “un delito
contra los derechos de los ciudadanos extranjeros”, con el
agravante de poner en riesgo la vida del menor.
El padre, que había solicitado previamente la reagrupación
familiar y se la habían denegado, ha declarado que “no sabía
que ese era el modo” en el que su hijo iba a cruzar la
frontera. Pero su argumento no ha resultado convincente para
la magistrada, que tras la toma de declaración en la mañana
deayer, sigue practicando diligencias para investigar los
presuntos hechos delictivos.
Sobre la situación del menor -en situación irregular en
España- la juez no ha adoptado medidas definitivas. El Área
de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta se ha hecho cargo
de Abou, nacido en Costa de Marfil y que fue detectado por
el escáner de la aduana. La intención del pequeño, a quien
llevaba Fátima E.Y, una joven marroquí de 19 años que fue
detenida y que ayer ha ingresado en prisión, era reunirse
con su padre al otro lado de la frontera. Abou no tenía
ninguna relación con su portadora, a quien se sospecha que
pagó su padre, que responde a las iniciales A.O. Este,
también enviado ayer a prisión tras declarar ante el juez,
intentó cruzar la frontera del Tarajal una hora y media
después que su hijo, convencido de que le encontraría al
otro lado, sano y salvo. “Sólo quería llevarlo conmigo a
Canarias”, dijo.
Guardia Civil
“Yo llevo muchísimos años en esto y nunca había visto la
entrada tan grotesta y dramática de un menor. Lo que menos
se podían imaginar los agentes que vigilaban en el escáner
es que dentro del equipaje hubiese un niño. Enseguida
tiraron de la maleta y le sacaron fuera”, explica Alfonso
Cruzado, portavoz de la Guardia Civil en Ceuta.
El crío salió de la maleta desconcertado y muerto de miedo.
Lo primero que hizo fue decir su nombre en francés, Adou, y
explicar que procedía de Costa de Marfil. “Estaba más
aturdido que otra cosa. Le veíamos muy temeroso y
sorprendido. Intentamos tranquilizarle y quitarle la
sensación de miedo para que se mostrase más relajado”,
relata Cruzado.
Los agentes avisaron a los servicios de Cruz Roja para que
comprobasen su estado de salud, debido al calor y al peligro
de asfixia tras haber permanecido en un habitáculo tan
pequeño sin ninguna ventilación. Los miembros de la ONG
comprobaron que se encontraba en buen estado y que no
presentaba ningún síntoma.
Escondites imposibles
Los agentes de la Guardia Civil de Ceuta y Melilla están
curados de espanto. Ya se han acostumbrado a encontrar casi
de todo en los lugares más insólitos. Los inmigrantes
utilizan todo tipo de argucias y escondites imposibles para
pasar la frontera y alcanzar su sueño dorado de llegar a
Europa. Cualquier sitio que se te pueda ocurrir ya se les ha
ocurrido a ellos”, afirma Cruzado.
Los guardias civiles han encontrado inmigrantes en los bajos
de los coches y camiones, dentro de las guanteras y
salpicaderos de los vehículos e incluso en el interior de un
motor. Las Fuerzas de Seguridad también han localizado ‘sin
papeles’ sepultados bajo la chatarra, compactados dentro de
bloques de cartón o papel para su reciclaje o en las cubas
de camiones que transportan las cenizas de la planta
incineradora o cemento.
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