Hace tiempo que las encuestas del
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no son fiables.
Han sido varias ocasiones en las que los resultados del CIS
no se han correspondido con la realidad. Por ejemplo, la
última vez que acudimos a las urnas, en las elecciones
europeas, el CIS se equivocó en más de seis puntos sobre los
resultados finales.
En esta ocasión, la encuesta está realizada sobre una base
de tan solo 300 entrevistas personales en los domicilios y
ofrece un márgen de error superior al 5 por ciento. Sin
embargo, aunque cuestionemos la validez técnica de algunos
rasgos del último barómetro autonómico publicado este jueves
y los resultados hayan de manejarse con extrema prudencia,
sí han de tomarse como válidos para estudiar las tendencias
de la sociedad ceutí. En este sentido, los últimos sondeos
publicados sobre la intención de voto de cara a las próximas
elecciones locales marcan una tendencia indiscutible, el
desgaste del Partido Popular tras 14 años de Gobierno, que
se traduciría en una perdida de votos considerable, unido a
un ascenso del PSOE de Carracao y el desembarco de
Ciudadanos. Esto sin olvidar el descenso de la coalición
Caballas que podría verse agravado, con casi toda seguridad,
por la aparición del MDyC de Fatima Hamed.
Lo que esta claro es que, a poco más de dos semanas para la
elecciones, el PP de Juan Vivas debe cuidar mucho su
mensaje, porque sino puede correr el riesgo de morir de
éxito. Los dirigentes de este partido, con Vivas a la
cabeza, deben rebelarse y contrarrestar incansablemente -sin
complejos de caer en la crispación y sin buscar ilusos
acomodos- el discurso dominante cuyos efectos este sondeo ya
refleja, por ahora exageradamente, pero que bien podrían
hacerse realidad, e incluso empeorar, en las elecciones que
están a la vuelta de la esquina.
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