Porque reconocemos en él, ante
todo, una figura intelectual. Y esta condición no sólo no le
incapacita para el ejercicio de la función pública, sino que
tiene en sí misma una consecuencia lógica, que es
comprometerse con la política. ¿Qué intelectual sería aquel
que no quisiera implicarse en la gestión de la polis y, por
extensión, la comunidad, la ciudad y el país en que
convivimos?”
“Decimos sí a Ángel Gabilondo porque su biografía representa
el compromiso no sólo con la cultura, sino con todo lo
público, con la educación, con la defensa de los ciudadanos
y los sectores afectados por el desempleo…”
“Decimos sí a Ángel Gabilondo porque, las decisiones se
construyan desde el diálogo más amplio y donde ningún
colectivo sea excluido de esas decisiones que afectan a
todos, única manera de garantizar los derechos de los
administrados y la limpieza de las instituciones…”
“Decimos sí a Ángel Gabilondo porque sabemos que ser
independiente no implica ser indiferente. La auténtica
condición de intelectual es incompatible con cerrar los ojos
ante las injusticias…”
“Decimos sí a Ángel Gabilondo porque apuesta por la unidad
de todos en un gran pacto entre generaciones, para este
nuevo tiempo que está a punto de llegar; un diálogo que una
con eficacia las expectativas de futuro de la juventud…”
Todo el texto anterior es un gran extracto del manifiesto
que se podía recoger el pasado lunes, a la salida del acto
organizado en el teatro del Círculo de Bellas Artes, en
Madrid, cuyo aforo estuvo completamente cubierto.
Profesionales y personas relacionadas con todos los ámbitos
educativos, así como también del mundo científico y cultural
dicen sí a Ángel Gabilondo.
En dicho acto intervinieron en primer lugar jóvenes
representando a diferentes campos, entre otros: Un actor, un
estudiante, una filósofa e investigadora, un músico y una
comisaria de arte. Todas sus intervenciones dejaron frases
que acertaban en la diana situada donde se encuentran muchos
de nuestros problemas. Destaco estos dos comentarios: “Sí
profundizamos en la investigación encontraremos mucho
empleo.” “La cultura para muchos países es lo más
importante, en el nuestro todavía no…”
Ángel Gabilondo entusiasmó a todos los asistentes al acto.
Cuando interviene no sobra ni una de sus palabras. Detrás de
ellas hay una filosofía de vida, unas convicciones, una
manera de enfrentarse a los problemas, una apuesta por la
política sin complejos. A este catedrático de metafísica
todo el mundo le entiende, desde el parado, el profesional
más humilde, que no quiere decir menos importante, hasta el
más alto investigador. Es generoso, respetuoso y defiende el
diálogo, así como todo lo público, siendo fundamental el
trabajo conjunto con todas las organizaciones y sectores.
Palabras suyas también son: “Saldremos a través de la
educación, la cultura y la investigación e innovación…” “No
se trata solo de emocionar, sino de motivar…” “Queremos
formar parte de un proyecto de mayorías, con un poder
compartido de todos los ciudadanos, para hacer, no para
quedárnoslo”. Es obvio que en su proyecto conservan un lugar
destacado las palabras del filósofo Kant: “ La honradez es
la mejor política”.
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