Si alguien tenía dudas de que los sindicatos no tienen
credibilidad, ayer día 1 de mayo quedó demostrado que, a
partir de ahora, especialmente los sindicatos de clase, han
quedado en plena crisis, y ya no pueden engañar, ni a los
más acérrimos seguidores de todo lo que huela a
manifestación o a cualquier movimiento organizado por estos
sindicatos.
La manifestación del primero de mayo, en Ceuta, escasamente
congregó a 150 personas, contando con los diez o doce niños
a los que llevaban sus “papás” en el carrito.
Las banderas se dejaban ver, pero el personal que acompañaba
era tan escaso que dudo mucho de que a esa manifestación
hayan ido, siquiera, los liberados de los propios
sindicatos.
EN FAMILIA
¡Es como estuvieron los que participaron en la manifestación
de ayer y he utilizado el término, en familia, porque entre
los pocos que asistieron se veía algún grupo familiar, con
el “pequeñín” en la sillita. Así iban todos o casi todos los
de esa casa.
Y ahora no podrá decir nadie que esa escasez de asistencia
se debió a que cada sindicato había ido por un lado, más
desuniéndose que conformando una unidad.
Nada de eso hubo allí, en la línea de salida y a lo largo
del corto recorrido había representación de CCOO y de UGT
pero, curiosamente, lo que no se veía allí era esa gran
cantidad de parados, que incluso aquí han vuelto la espalda
a los sindicatos, porque no creen en ellos.
SINDICATOS A LA BAJA
Y no nos debe extrañar a nadie, porque las organizaciones
sindicales de nuestros días se han pasado de frenada, no van
por el camino marcado por esas propias organizaciones
sindicales y cada vez más se vienen convirtiendo en la
correa de transmisión del partido al que se han acercado,
PSOE, SOCIAL DEMOCRACIA, IU, PARTIDO COMUNISTA, sin atender,
directamente, a las reivindicaciones de los obreros, que una
vez vista la postura sindical, cada día se acercan menos a
ellos.
En los años 80, con la democracia recién estrenada y con una
ilusión reivindicativa, como la que había entonces, una
manifestación del primero de mayo hubiera sido
multitudinaria, hoy, mejor dicho ayer, era una limitada
fotocopia de lo que tendría que ser una manifestación
reivindicativa.
LOS PARADOS AUSENTES
A lo largo de las semanas, cada vez que sale a colación el
asunto de los parados, se van dando unas cifras que casi
siempre coinciden las dadas por los sindicatos con las que
indican los organismos oficiales.
La manifestación de ayer parecía ir en contra de esas
cifras, muy especialmente, porque si quitas de tal
manifestación a los organizadores, que no están parados,
algunos liberados, ciertas personas no paradas que asisten a
todos los actos reivindicativos, nos encontramos con que
parados, de verdad, irían escasamente cinco docenas de esos
parados, y esto deberá de estudiarse muy a fondo lo que
significa, aparte de que están desconfiando de estos
sindicatos, que se han quedado, si acaso, en los años 30 del
pasado siglo.
Lo tengo claro al llegar a esta situación:” si yo estuviera,
que no lo estoy, en un cargo de responsabilidad en CCOO o en
UGT dimitiría de inmediato, por no proporcionar confianza a
los trabajadores”.
UNIDOS PERO MAL AVENIDOS
Es la imagen que podría sacarse de la manifestación de ayer,
en la que CCOO y UGT, por una vez unidos, pero con poca
fuerza de atracción, se vieron más desamparados que nunca,
al no haber sido seguidos por los trabajadores que son los
que tienen los problemas que los sindicatos no saben dar una
solución.
La publicidad de días pasados, incluso, se mostraba un tanto
apagada, era una publicidad sin garra, sin tirón y que hacía
una llamada de compromiso, sin que hubiera la convicción que
siempre hubo en estas citas.
Nunca he tenido una amistad seria con cualquiera de los
sindicatos, porque, en el terreno que los conocí, siempre
iban a lo fácil y a lo que más les convenía a ellos,
actuando, en el terreno laboral junto a los empresarios,
como si fueran sus concubinos, están a su lado para sacar
todo lo que puedan de ellos.
Aun así, en cientos de ocasiones vi que parecían creer en lo
que pregonaban. Ahora ni eso, y así les va y les va a seguir
yendo, porque les han dejado solos y toda la organización se
está quedando en paños menores.
Y LA DUDA DE CABALLAS
No hay día que yo no tenga que escribir algo de Caballas, en
pocas ocasiones algo favorable, ahora bien, siempre que he
hablado de ellos ha sido sobre cuestiones políticas,
aciertos pocas veces, desaciertos a diario.
Sin embargo, en esta ocasión nos hemos encontrado con
Caballas como un organizador más de la manifestación y han
quedado retratados, porque al poco tirón de CCOO, y al poco
tirón de UGT, se ha unido la escasa atracción del grupo que
comandan Mohamed Alí y Aróstegui. Eso habla por sí solo.
Y yo me alegro, seguro que Juan Vivas no se alegra tanto,
porque según las apariencias, Caballas podría quedarse fuera
de la Asamblea y eso no le iba a favorecer nada al PP, que
no iba a tener un fácil y servidor aliado, para formar
gobierno, si el PP no llega a sacar una mayoría absoluta.
De todo, incluso de los fracasos, se pueden sacar
conclusiones, a tener en cuenta y de la asistencia a la
manifestación del día 1º de mayo sacamos que:
- CCOO no dice nada a los parados.
- UGT también sigue a la baja.
- Caballas ni de los sindicatos, ni de los meramente
votantes va a tener casi ningún apoyo y esto sí que puede
entrar en el haber de lo que será la Corporación Municipal,
algo positivo, sin rémoras anticuadas, en la escena
política.
Cada día que pasa se ve un poco más y mejor que las trampas
y los incumplimientos se llegarán a pagar un día.
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