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OPINIÓN - DOMINGO, 3 DE MAYO DE 2015

 
OPINIÓN / EN PROFUNDIDAD

La crisis de los Sindicatos

Por Jesús Carretero


Si alguien tenía dudas de que los sindicatos no tienen credibilidad, ayer día 1 de mayo quedó demostrado que, a partir de ahora, especialmente los sindicatos de clase, han quedado en plena crisis, y ya no pueden engañar, ni a los más acérrimos seguidores de todo lo que huela a manifestación o a cualquier movimiento organizado por estos sindicatos.

La manifestación del primero de mayo, en Ceuta, escasamente congregó a 150 personas, contando con los diez o doce niños a los que llevaban sus “papás” en el carrito.

Las banderas se dejaban ver, pero el personal que acompañaba era tan escaso que dudo mucho de que a esa manifestación hayan ido, siquiera, los liberados de los propios sindicatos.

EN FAMILIA

¡Es como estuvieron los que participaron en la manifestación de ayer y he utilizado el término, en familia, porque entre los pocos que asistieron se veía algún grupo familiar, con el “pequeñín” en la sillita. Así iban todos o casi todos los de esa casa.

Y ahora no podrá decir nadie que esa escasez de asistencia se debió a que cada sindicato había ido por un lado, más desuniéndose que conformando una unidad.

Nada de eso hubo allí, en la línea de salida y a lo largo del corto recorrido había representación de CCOO y de UGT pero, curiosamente, lo que no se veía allí era esa gran cantidad de parados, que incluso aquí han vuelto la espalda a los sindicatos, porque no creen en ellos.

SINDICATOS A LA BAJA

Y no nos debe extrañar a nadie, porque las organizaciones sindicales de nuestros días se han pasado de frenada, no van por el camino marcado por esas propias organizaciones sindicales y cada vez más se vienen convirtiendo en la correa de transmisión del partido al que se han acercado, PSOE, SOCIAL DEMOCRACIA, IU, PARTIDO COMUNISTA, sin atender, directamente, a las reivindicaciones de los obreros, que una vez vista la postura sindical, cada día se acercan menos a ellos.

En los años 80, con la democracia recién estrenada y con una ilusión reivindicativa, como la que había entonces, una manifestación del primero de mayo hubiera sido multitudinaria, hoy, mejor dicho ayer, era una limitada fotocopia de lo que tendría que ser una manifestación reivindicativa.

LOS PARADOS AUSENTES

A lo largo de las semanas, cada vez que sale a colación el asunto de los parados, se van dando unas cifras que casi siempre coinciden las dadas por los sindicatos con las que indican los organismos oficiales.

La manifestación de ayer parecía ir en contra de esas cifras, muy especialmente, porque si quitas de tal manifestación a los organizadores, que no están parados, algunos liberados, ciertas personas no paradas que asisten a todos los actos reivindicativos, nos encontramos con que parados, de verdad, irían escasamente cinco docenas de esos parados, y esto deberá de estudiarse muy a fondo lo que significa, aparte de que están desconfiando de estos sindicatos, que se han quedado, si acaso, en los años 30 del pasado siglo.

Lo tengo claro al llegar a esta situación:” si yo estuviera, que no lo estoy, en un cargo de responsabilidad en CCOO o en UGT dimitiría de inmediato, por no proporcionar confianza a los trabajadores”.

UNIDOS PERO MAL AVENIDOS

Es la imagen que podría sacarse de la manifestación de ayer, en la que CCOO y UGT, por una vez unidos, pero con poca fuerza de atracción, se vieron más desamparados que nunca, al no haber sido seguidos por los trabajadores que son los que tienen los problemas que los sindicatos no saben dar una solución.

La publicidad de días pasados, incluso, se mostraba un tanto apagada, era una publicidad sin garra, sin tirón y que hacía una llamada de compromiso, sin que hubiera la convicción que siempre hubo en estas citas.

Nunca he tenido una amistad seria con cualquiera de los sindicatos, porque, en el terreno que los conocí, siempre iban a lo fácil y a lo que más les convenía a ellos, actuando, en el terreno laboral junto a los empresarios, como si fueran sus concubinos, están a su lado para sacar todo lo que puedan de ellos.

Aun así, en cientos de ocasiones vi que parecían creer en lo que pregonaban. Ahora ni eso, y así les va y les va a seguir yendo, porque les han dejado solos y toda la organización se está quedando en paños menores.

Y LA DUDA DE CABALLAS

No hay día que yo no tenga que escribir algo de Caballas, en pocas ocasiones algo favorable, ahora bien, siempre que he hablado de ellos ha sido sobre cuestiones políticas, aciertos pocas veces, desaciertos a diario.

Sin embargo, en esta ocasión nos hemos encontrado con Caballas como un organizador más de la manifestación y han quedado retratados, porque al poco tirón de CCOO, y al poco tirón de UGT, se ha unido la escasa atracción del grupo que comandan Mohamed Alí y Aróstegui. Eso habla por sí solo.

Y yo me alegro, seguro que Juan Vivas no se alegra tanto, porque según las apariencias, Caballas podría quedarse fuera de la Asamblea y eso no le iba a favorecer nada al PP, que no iba a tener un fácil y servidor aliado, para formar gobierno, si el PP no llega a sacar una mayoría absoluta.

De todo, incluso de los fracasos, se pueden sacar conclusiones, a tener en cuenta y de la asistencia a la manifestación del día 1º de mayo sacamos que:

- CCOO no dice nada a los parados.

- UGT también sigue a la baja.

- Caballas ni de los sindicatos, ni de los meramente votantes va a tener casi ningún apoyo y esto sí que puede entrar en el haber de lo que será la Corporación Municipal, algo positivo, sin rémoras anticuadas, en la escena política.

Cada día que pasa se ve un poco más y mejor que las trampas y los incumplimientos se llegarán a pagar un día.
 

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