Mucho se ha escrito desde que el
Juzgado de lo Contencioso Administrativo de nuestra ciudad
pusiera en duda nuestra capacidad de auto gobierno al
anular, a instancias de la central sindical Unión General de
Trabajadores, los nombramientos de varios vice consejeros
designados legítimamente por el Presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas Lara. Una sentencia
sustentada en los planteamientos jurídicos de quien
considera como entidad local a una ciudad que se incorporó
de pleno derecho al Estado de las Autonomías en el año 2005,
tras la aprobación por las Cortes Generales de la Ley
Orgánica 1/1995 de 13 de marzo, al amparo del artículo 144
de nuestra Carta Magna.
Pese al alborozo de los principales líderes políticos en la
oposición, debo recordar que la aprobación de nuestro
Estatuto de Autonomía significó, no solo acceder a un
régimen especial de autogobierno, sino finalizar el mapa
autonómico desarrollado a partir de la aprobación de la
Constitución Española de 1978. Desde ese mismo instante,
Ceuta está presente, con voz y voto, en los máximos órganos
políticos de cooperación entre el Gobierno de España y las
Comunidades Autónomas; en la Conferencia de Presidentes
Autonómicos (Cumbre de Presidentes), en el Consejo de
Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas y
en todas las conferencias sectoriales en las que tenemos
transferidas las competencias del Estado (Medio Ambiente,
Turismo, Carreteras, Cultura y Deportes, Espectáculos....)
Durante años no ha existido duda alguna respecto a una
capacidad de autogobierno, al amparo de nuestro marco
competencial, desarrollada por los diferentes ejecutivos que
se han ido sucediendo a lo largo de nuestra historia
autonómica. Pero las últimas decisiones judiciales
conocidas, a instancias de quienes guardaron silencio
durante años, ha obligado a quien ostenta responsabilidades
de gobierno, a defender los intereses de todos y todas las
ceutíes ante los tribunales de justicia. No solo es un
derecho, es la obligación de quien ha recibido hasta en tres
procesos electorales consecutivos la confianza ciudadana de
forma mayoritaria. Sin ninguna duda, Ceuta, Ciudad Autónoma.
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