Con la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas
comienza el riesgo de incendio en los montes de la ciudad y
los bomberos se enfrentaron ayer al primer incendio forestal
de la temporada, que se localizó en el Monte Hacho, aunque
pudo ser extinguido sin causar daños de gravedad en la flora
y la fauna de la zona. El fuego se originó en los bajos de
la fortaleza del Hacho en una especie de chabola que habían
levantado inmigrantes con cartones y colchones. Las llamas
se extendieron en torno a quinientos metros cuadrados
alrededor de esta chabola, pero los miembros del Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamento lograron controlarlo sin
que fuera a más. Así, la superficie afectada es la similar a
una pista de tenis.
Hasta la zona se desplazaron dos dotaciones de bomberos que
invirtieron dos horas y unos 6.000 litros de agua para
lograr acabar con las llamas, según informó el propio SEIS.
El fuego se había cebado con matorrales y monte bajo, aunque
no causó daños más graves.
Asentamientos ilegales
Aunque el origen del incendio está localizado en la chabola
que habían levantado un grupo de inmigrantes, se desconoce
si el fuego fue intencionado o un accidente. No obstante,
este tipo de asentamientos ilegales en los montes suponen un
alto riesgo, ya que en ellos es habitual que los ocupantes
hagan fuego para cocinar o calentarse.
En el Hacho eran habituales estos asentamientos ilegales
hace unos años, aunque ahora se encuentran más en los
alrededores del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes y
tambien en la zona de García Aldave.
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