Leí hace tiempo el Principito de Antoine de Saint-Exupery, y
analizando el momento actual de nuestra ciudad, recordé
cuando dicho principito visito el cuarto planeta donde
habitaba un hombre de negocios, y cuando enfrascado estaba
este en sus sumas de capitales exclamo... ¡Uf! Da un total
de quinientos millones seiscientos veintidós mil setecientos
treinta y uno. ¿Quinientos millones de qué? pregunto el
Principito. Pues… ¡millones de esas cositas que brillan...!
¿Y que haces con ellas…? ¡Nada...Las poseo, me sirven para
ser rico!....Pero he visto a un rey que… ¡Los reyes no
poseen;”Reinan” Es muy diferente! ¿Y para que sirve ser
rico?... ¡Para comprar mas cosas y poseerlas yo!
Decididamente las personas que manejan el poder son personas
grandes, son personas extraordinarias. Porque los señores
poderosos exigen esencialmente que su autoridad sea aceptada
y no toleran la discrepancia sobre sus actos.
Luego el Principito siguió preguntando esta vez a un señor
poderoso que se consideraba un rey... ¿Sobre que reináis?
¡Sobre todo!. ¿Y los demás os obedecen? ¡Por
supuesto…obedecen al instante si es que quieren seguir
obteniendo mis favores y subvenciones! Tal poder maravillo
al Principito y pensó que las personas con poder eran bien
extrañas, pero también pensó…Si tienen poder y no abusan…
¿para que les sirve el poder? Y se fue de dicho planeta.
¡Bien…! Esto no es más que una interpretación un poco
tergiversada del verdadero mensaje que dicho libro del
“Principito” no muestra...Pero… ¿Alguien duda de que en
estos momentos actuales y conforme a nuestros políticos,
tanto tiempo afincado en el poder no pasa? Porque aquí en
Ceuta hay que preguntarse… ¿Son pocos los que los dominan a
los muchos y…porqué pueden dominarlos? Que la gente piense
en esto, en el poder de unos salarios dirigidos a una
clientela política. Porque en nuestra casa se canta una
historia, pero todos sufrimos su melodía. Oímos muchos
discursos llenos de palabras grandilocuentes y a veces
amenazadoras, pero carecemos muchas veces de las
herramientas para poder desnudarlas y ver en ellas su
verdadero significado. En ellas su canto se vuelve cuento y
a su vez el cuento lo convierten en canto.
Es posible, que esto sea difícil de interpretar, pero que
nadie se olvide que tal y como vamos…estamos destinados a
padecer aún más los tremendos efectos de la crisis a la que
nuestra casta política nos ha conducido. Y las palabras de
nuestros actuales gobernantes suenan para algunos de
nosotros como algo trágico, ya están tejidas por reflejos,
sombras, centelleos, engaños y soluciones efímeras. Y sino
analicen el sentido verdadero de sus palabras y sus
intenciones ocultas ¡Y así…nos va y nos ira…!
Pero…Bueno…da igual…a fin de cuentas...nuestros gobernantes
se dirigen a personitas, que vivimos en nuestras casitas al
lado de nuestras callecitas. Y ¡Nosotros como personitas que
somos, creeremos todo lo que nos digan!
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