El informe anual de Seguridad Nacional 2014 es tajante: la
mayor amenaza para España son los yihadistas retornados,
fundamentalmente de las áreas de Iraq y Siria controladas
por el Estado Islámico.
El director de Gabinete de la Presidencia, Jorge Moragas,
que presentó en el Congreso de los Diputados la memoria
anual del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), insistió
en el “riesgo de facto” para España que suponen la vuelta de
esos radicales islámicos, si bien el informe afirmó que de
los arrestos de los 35 yihadistas detenidos el pasado año no
“se evidencia que persiguiesen cometer un atentado
terrorista en nuestro país”.
“Para este tipo de terrorismo España y sus intereses sigue
siendo un objetivo”, refleja el informe del DSN, que reitera
el “peligro que suponen los retornados no se limita a los
que combatientes que viajaron desde nuestro país a zonas de
conflicto, sino que se extiende a combatientes terroristas
extranjeros procedentes de otros países de la Unión
Europea”.
Según el estudio que presentó Presidencia de Gobierno,
califica de seria “amenaza para España” el “uso intensivo”
que las organizaciones yihadistas hacen de las nuevas
tecnologías” para el reclutamiento y “propagación de
procedimientos de acción terrorista”.
Nuevos modos
El Gobierno, además, advierte de que es “previsible” que
puedan aparecer “nuevos modos y formas de actuar” por parte
del terrorismo internacional debido principalmente a su
“carácter polimorfo”, siempre queriendo generar “el máximo
daño y perjuicio a la sociedad”, según explicó ayer Moragas.
Es por ello, que en el informe presentado se explica que “el
terrorismo internacional, y en concreto el de AQ (Al Qaeda)
y el DAESH (Estado Islámico) constituyen un foco continuo de
atención, ya que suponen un riesgo permanente para Europa,
donde han manifestado su intención de atentar. Por ello, es
un objetivo prioritario el seguimiento de las estructuras
terroristas de estos grupos radicadas en España y dedicadas
a la captación, financiación y envío de yihadistas a Siria,
Irak, “El terrorismo internacional, y en concreto el de AQ
(Al Qaeda) y el DAESH (Estado Islámico) constituyen un foco
continuo de atención, ya que suponen un riesgo permanente
para Europa, donde han manifestado su intención de atentar.
Por ello, es un objetivo prioritario el seguimiento de las
estructuras terroristas de estos grupos radicadas en España
y dedicadas a la captación, financiación y envío de
yihadistas a Siria, Irak, Afganistán o el Sahel”.
Centro de menores y prisiones
También destaca el informe la necesidad de mantener las
actuaciones y el seguimiento de las vías de financiación de
los “grupos radicales” desde países extranjeros, “que han
dotado de importantes recursos a individuos u organizaciones
implicadas en tareas de proselitismo salafista y que han
tratado de actuar ante determinados colectivos especialmente
sensibles como los centros de menores o las prisiones o
entornos de especial interés como Ceuta y Melilla”.
Ante esta situación, el informe elaborado por el
Departamento de Seguridad Nacional señala que “la
neutralización del terrorismo en todas sus vertientes debe
ser abordada como una acción transversal y necesariamente
integradora de todas sus dimensiones, especialmente las
orientadas a la prevención, la protección, la persecución y
la preparación de la respuesta”.
“El desplazamiento de yihadistas españoles o de países de
nuestro entorno a zonas de conflicto, donde reciben
entrenamiento militar, representa un riesgo de facto para la
seguridad nacional, especialmente tras el retorno de estos
individuos radicalizados y entrenados”, remarca.
Flujos migratorios
El Informe Anual de Seguridad Nacional dedica también un
amplio espacio a los flujos migratorios, siendo la lucha
contra la inmigración irregular uno de los principales
“desafíos” en toda la UE. En 2014, además, se ha percibido
el impacto de las crisis en Irak y Siria, sobre todo por el
aumento de las solicitudes de asilo.
El documento reconoce que el flujo de inmigrantes
irregulares hacia España es “mucho menor que la ruta
central”, es decir, la ruta entre Libia e Italia, si bien
advierte sobre un “riesgo potencial” por el “obstáculo
pequeño que supone el estrecho de Gibraltar” y la
“existencia de las dos únicas fronteras terrestres de la
Unión Europea con África, Ceuta y Melilla”.
En este punto, el informe hace mención a la valla de
Melilla, donde “se está observando un incremento en el
empleo de medios más agresivos” en lo que denomina
“asaltos”, lo que representa un “desafío adicional en la
actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Según el Gobierno, la “cooperación con las autoridades
marroquíes en el rechazo de los inmigrantes que intentan
acceder a Melilla por este método es fructífera” porque “el
89% de los inmigrantes que han intentado asaltar el
perímetro fronterizo no consiguieron su objetivo”.
Respecto a la crisis del ébola vivida en España el pasado
otoño, el informe afirma que se hizo un “seguimiento
constante del estado de la situación” de la paciente Teresa
Romero, “su tratamiento y necesidades”, al tiempo que “se
aseguró el adecuado seguimiento de los casos sospechosos de
viajeros que habían estado en países afectados”.
Por ello, Moragas manifestó que la actuación del comité de
crisis creado por el Gobierno para hacer frente a la
situación fue “ejemplar” y de este desafío se han “aprendido
valiosas lecciones que ayudarán al manejo de futuros casos y
a la contención de posibles brotes”. “Nuestro sistema
sanitario ha salido fortalecido.
Por último, el secretario general de la Presidencia del
Gobierno ha anunciado que en un plazo de unas dos o tres
semanas el Gobierno aprobará el proyecto de Ley Orgánica de
Seguridad Nacional para que dé tiempo a su tramitación
parlamentaria y esté definitivamente en marcha al final de
la legislatura
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