La obra de la Estación de Ferrocarril, y sus casi siete años
de andadura en los que no se ha logrado finalizar el
proyecto, se coló ayer en la Asamblea ceutí como argumento
para que la oposición pudiera recriminar al Gobierno lo que
entienden como “una mala gestión” y para que el Ejecutivo
defendiera su trabajo al frente del área de Fomento. El tema
fue sacado a colación por Caballas durante el pleno
extraordinario que se celebró en la mañana de ayer para
aprobar las cuentas de las sociedades municipales e integrar
estas en las de la Ciudad Autónoma antes del 15 de mayo y,
por tanto, de los comicios electorales que están por llegar.
Los gerentes de todas las sociedades pasaron por la palestra
para presentar sus cuentas y, de forma extraordinaria por
que habitualmente estos plenos son un mero trámite, también
para responder a las preguntas de la diputada Fatima Hamed,
quien aprovechó la ocasión para plantear las cuestiones que,
denunció, no le han dejado llevar a los Consejos de
Administración de las distintas sociedades. La diputada
lamentó ayer no haber sido convocada a ningún consejo,
excepto los de Obimace y Obimasa, e incluso recriminó al
Gobierno que se le ha restringido información e incluso que
se le ha invitado a irse de algunas de estas reuniones. No
obstante, recordó Hamed en su lucha por hacerse escuchar,
“una sentencia del TSJA demuestra que los políticos no están
por encima de la ley”.
Hamed contra el ‘veto’
Así, Hamed fue la única que planteó cuestiones sobre todas
las sociedades, mientras el PSOE optó por guardar silencio,
y Caballas utilizó su turno de palabra para arremeter contra
el Gobierno y la gestión de Emvicesa. Algo que Susana Román,
como presidenta del Consejo de Administración, le recriminó
a los localistas, a los que acusó de seguir una estrategia
planteando ayer en el pleno cuestiones que podrían haber
llevado al Consejo de Administración al que, aseguró, no han
acudido en las últimas convocatorias. Por su parte, Juan
Luis Aróstegui, número dos de Caballas, justificó la
ausencia señalando que, como no viven en exclusiva de la
política, sus otras ocupaciones les han impedido ir a estas
reuniones.
El localista aseguró que las cuentas de Emvicesa no eran
susceptibles de aprobación y señaló que se tratan de “un
cúmulo de irregularidades desde el punto de vista contable”.
Además, tras calificarla de “sociedad guiñapo”, acusó al
Gobierno de tener esta empresa municipal para “blanquear
problemas” Entre lo que Aróstegui calificó de “oscuridad
total” en las cuentas destacó el caso de las obras de la
Estación de Ferrocarril que fueron encomendadas a Emvicesa y
que tras casi siete años siguen sin haber concluido.
Control del Ministerio
Román, por su parte, calificó de “curioso” que Caballas
sacara este tema a relucir ayer “cuando es un tema que
siempre se ha tratado a la vista de todos”. “Efectivamente
existe una orden de paralización de la obra, está financiada
con el 1% cultural del Ministerio de Fomento, por lo que
siempre ha estado sometida a los controles del Estado, y en
la actualidad existe un decreto para que esa obra continúe,
y un acuerdo con la empresa constructora, aunque ha habido
una diferencia de criterios sobre el proyecto, pero está
dotada presupuestariamente y se va a continuar”, expuso
Román. No obstante, Aróstegui no se mostró convencido y
siguió arremetiendo contra el Gobierno cuestionando en qué
ha gastado el millón de euros que llegó desde Fomento. Ante
esto, incluso el presidente Juan Vivas se decidió a
intervenir para aclarar que desde el Gobierno llevan mucho
tiempo intentando reactivar las obras y que el dinero
recibido se ha invertido en la Estación del Ferrocarril.
Además, acusó a Aróstegui de desviar el debate de ayer sobre
las sociedades para dirigirlo en clave electoral.
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