La consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, salía
ayer al paso de la denuncia realizada por la FSP-UGT sobre
la necesidad de adoptar una vigilancia permanente en la
Biblioteca Pública del Estado, después de los últimos
episodios registrados.
Deu reconocía que existe una reclamación por parte de los
trabajadores sin hechos excesivamente puntuales de ningún
altercado importante, a la vez que confirmaba que la
vigilancia privada de la Biblioteca se está realizando de
forma parcial ya que se efectúa durante tres horas al día y
en la franja horaria que más han demandado los propios
trabajadores debido a la importante presencia de usuarios
durante ese horario.
La consejera destacaba que esta vigilancia privada parcial
ya se llevó a cabo en el último trimestre de 2014 sin ningún
tipo de incidencia, a la vez que aclaraba que “no ha tenido
continuidad porque el procedimiento nuevo de la base de
ejecución lo ha impedido y por consiguiente se tuvo que
sacar un nuevo procedimiento que se adjudicó a la empresa
que se hiciera con el concurso y ya se está funcionando”.
Del mismo modo, la responsable del área de Educación,
Cultura y Mujer también destacaba que se está tratando desde
hace mucho tiempo, se están intentando poner en marcha otras
alternativas y otras previsiones con el objetivo de intentar
mejorar esas posibles franjar horarias donde se acumulan más
personas. Igualmente, Deu recordaba que tanto desde la
Dirección de la Biblioteca Pública del Estado ‘Alfonso
Suárez’ como desde la propia Ciudad, “siempre que ha habido
altercado o alguna manifestación o queja por parte de los
trabajadores se ha intentado mejorar el servicio”, aunque
descartaba de momento que la Biblioteca vaya a contar con un
servicio privado de vigilancia durante las 24 horas del día.
En este sentido, la consejera también recordaba que el
presupuesto de una seguridad privada para una biblioteca o
para cualquier edificio público “cuesta muchísimo dinero y
en el presente año no hay disposición”. Sobre esta cuestión,
Deu destacaba que existen otras partidas con las que se ha
mejorado el mantenimiento y la instalación del equipamiento,
unas partidas adicionales para mejorar la realización de
salas de estudio anexas durante el presente año”, a la vez
que manifestaba que se tratan de partidas que tienen un fin
determinado para “mejorar la calidad del servicio público
dedicado a los ceutíes”, y por lo tanto intocables.
Durante sus declaraciones, la consejera insistió en que “no
existe ninguna amenaza directa” y que a su vez también
existe una serie de personal “que se ha ido incorporando a
la Biblioteca” que en cierta medida facilita este control.
Deu advirtió igualmente, como dato curioso, que una de las
personas que concurrieron para ocupar una de las plazas
específicas de la Biblioteca y que se convocó con el
objetivo de mejorar e incrementar la actual plantilla de la
Biblioteca, se encuentra como liberada sindical y por
consiguiente es una persona menos en la plantilla.
Pese a todo, Deu ha insistido en que la Ciudad continúa
buscando alternativas adicionales para seguir mejorando el
servicio de la Biblioteca Pública del Estado, “pero eso no
se hace de un día para otro”.
Con respecto a las alternativas que se están barajando, Deu
no quiso aventurarse a adelantar ninguna ya que muchas de
ellas también dependen de otras Consejerías, aunque si
indicó que otra de las posibilidades que se está estudiando
es la de ubicar un mecanismo alternativo como un torno para
controlar la entrada y la salida, y si alguna persona
realiza algún acto indebido se le pueda “imponer un derecho
de admisión durante un tiempo determinado, o sancionarlo de
alguna manera”.
Pese a todo la consejera resaltó el trabajo y el esfuerzo
que se ha realizado en tan sólo un año y medio que lleva la
Biblioteca funcionando, así como el presupuesto que destina
la Ciudad a este servicio público, con más de un millón de
euros destinado sólo al personal de la Biblioteca.
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