Una menor ceutí de 15 años, que fue detenida en agosto de
2014 en Melilla, ha aceptado una condena de dos años de
internamiento en régimen cerrado por reclutar yihadistas en
las redes sociales para enviarlos a Siria e Irak, según la
información facilitada por fuentes jurídicas.
La sentencia de conformidad, alcanzada durante un juicio
celebrado ayer ante el juez central de Menores de la
Audiencia Nacional, José Luis Castro, también contempla que
la joven cumpla otros dos años de libertad vigilada y
realice tareas socio-educativas una vez finalizado el
periodo de internamiento.
Tras su arresto, que se produjo el 2 de agosto de 2014, la
menor defendió la ‘Yihad’ o guerra santa en su primera
comparecencia ante el juez y reconoció que en un plazo de
“dos o tres días” iba a viajar a Irak para integrarse en el
grupo terrorista Estado Islámico.
La joven, natural de Ceuta, aseguró que fue reclutada en
abril de 2014 a través de Facebook y Whatsapp y que, tras
contactar con un ‘mahram’ (un hombre al que no se permite
casarse, según el islam), iba a emprender el viaje desde la
población marroquí Nador en compañía de otras tres chicas a
las que ha identificado por su nombre. El trayecto sería
Ceuta, Melilla, Marruecos, Turquía y luego e Irak.
Era la primera vez que la policía española interceptaba a
una mujer que presuntamente iba a ir a Siria o Irak para
integrarse como combatiente por la guerra santa.
Intregación en organización terrorista
Durante el tiempo que ha permanecido en un centro de
internamiento, la menor ha sido sometida a exámenes
psíquicos y psicosociales para evaluar la evolución de su
comportamiento. Fue imputada por un delito de integración en
organización terrorista junto con la segunda detenida en la
operación, Fauzia Allal Mohamed, de 19 años, que quedó en
libertad con medidas cautelares por orden del juez de la
Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
Esta joven negó que quisiera integrarse en la organización
terrorista y admitió que alojó a la menor durante dos días
en su casa de Melilla después de que esta abandonara el
domicilio familiar y contactara con ella por Whatsapp.
La familia de la ceutí menor de edad denunció su
desaparición, lo que motivó la apertura de unas diligencias
por un supuesto delito de secuestro. La chica, que reconoció
en uno de los interrogatorios la influencia que uno de los
imames de Ceuta había tenido en su adoctrinamiento, admitió
que en un momento de su aventura quiso volver a su casa
aunque fue amenazada para que finalmente llevara a cabo su
propósito.
Fauzia Allal Mohamed, por su parte, quedó en libertad
provisional sin fianza a petición de la fiscal Blanca
Rodríguez. No obstante, el juez le impuso comparecencias
semanales en el juzgado más próximo a su domicilio así como
la obligación de entregar el pasaporte y la prohibición de
abandonar el territorio nacional.
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