El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, inauguró
ayer, en Madrid, la Reunión de Directores y Responsables de
Centros de Coordinación contra el Terrorismo, conocido como
Grupo de Madrid, en la que se analizará durante dos días la
situación del terrorismo yihadista.
La reunión del Grupo de Madrid, organizada por el Centro de
Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO),
cuenta con la asistencia de delegaciones de diecinueve
países.
En su discurso, el ministro del Interior destacó en primer
lugar “el papel que desempeñan los centros y agencias
dedicadas al análisis de inteligencia y a la prospectiva,
disciplinas que resultan primordiales para conocer y
anticiparse a amenazas como la terrorista, así como para
facilitar la toma de decisiones ya sea en el nivel político,
en el estratégico o el operativo”.
A continuación, Fernández Díaz explicó el motivo esencial
que llevó a la creación del CITCO: “Coordinar las acciones
nacionales contra las dos manifestaciones más graves que
amenazan a nuestra seguridad, el terrorismo y el crimen
organizado. Ambas amenazas, separadas por una tenue línea,
están experimentando, indicó, una progresiva superposición
en sus acciones y manifestaciones, como lo demuestran las
más 200 conexiones entre terrorismo y crimen organizado que
han quedado acreditadas tras distintas investigaciones. Todo
ello nos aconsejó fusionar en un mismo órgano las funciones
que hasta entonces se desarrollaban por dos centros
diferenciados”.
El ministro del Interior puso el foco en el terrorismo
yihadista, “que se funda, dijo, en el odio a occidente y a
los valores democráticos y libertades propios de nuestras
sociedades. El nacimiento del DAESH, su implantación inicial
en Siria e Irak, y su influencia y expansión hacia otros
territorios en el norte de África, es un hecho que debe
preocuparnos. Además, su aparato mediático y de propaganda,
con uso preferente de Internet y las redes sociales, se
traduce en la actuación de células que realizan, cada vez
con mayor frecuencias, ataques en nuestros países contra
nuestros ciudadanos y contra nuestros intereses”. A esta
situación añadió el desplazamiento de miles de personas,
muchos de ellos europeos, hacia territorios con conflictos
abiertos -Siria, Irak y Mali, principalmente- para unirse a
las filas de los yihadistas.
Fernández Díaz, que recordó los atentados yihadistas
cometidos en suelo español, lanzó un mensaje “optimista
basado en nuestra experiencia, la cual, nos ha enseñado que
es posible acabar con el terrorismo y la radicalización,
sabiendo que, al tratarse de una amenaza global, se precisa
de respuestas compartidas y acordadas en el contexto de la
más estrecha cooperación internacional”. “Por todo ello,
añadió, España está y quiere permanecer en la vanguardia de
la lucha contra el yihadismo, particularmente aportando sus
capacidades en materia de análisis y prospectiva”.
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