A raíz de la presión migratoria que está sufriendo el puerto
de Ceuta durante las últimas semanas, que viene provocando
las quejas de los transportistas, y tras la muerte de un
inmigrante la pasada semana, la Policía Nacional y la
Guardia Civil han aumentado su presencia en la zona
portuaria, realizando varios controles para indentificar a
los inmigrantes que buscan una oportunidad para esconderse
en bateas y barcos que vayan hacia la península o persiguen
la posibilidad de robar mercancía de las bateas que se
almacenan en la zona esperando a ser cargadas.
Según los datos facilitados por fuentes policiales, un grupo
de quince inmigrantes irregulares, entre marroquíes y
argelinos, han sido interceptados en las escolleras del
puerto de Ceuta, donde se ocultaban a la espera de viajar de
forma ilegal hacia la península.
La redada se llevó a cabo durante la noche del lunes en las
inmediaciones del puerto ceutí al tener constancia de la
presencia de un número importante de inmigrantes magrebíes
que suelen frecuentar ese lugar.
En el grupo había tres menores de edad que fueron
trasladados a la Fiscalía de Menores para su posterior
ingreso en el centro de menores de La Esperanza.
Los transportistas, tras años teniendo que controlar a los
inmigrantes para evitar que se cuelen en las bateas que van
hacia la península, han llamado la atención sobre el
descontrol que hay por los extranjeros que se cuelan en la
zona del muelle de Poniente, donde los inmigrantes se ven a
plena luz del día y cuando llegan barcos como el que
traslada la basura a la península “se ven decenas de hombres
que intentan colarse de cualquier forma”, cuentan los
transportistas. Todo a pesar de que la zona está restringida
al paso de personal autorizado, es decir, trabajadores del
muelle o transportistas.
|