Buenos días amantísimo, jefe.
Qué haces aquí, enano. Sigues siendo el mismo “pelota” de
siempre.
Pues, estando en Sevilla me he dicho me voy para Ceuta, que
igual le hago fata al jefe ahora que llegan la elecciones.
Y, en estos momentos, jefe, qué está haciendo usted.
Veras, estoy haciendo un trabalenguas que dice así: “Pablito
creó un partidito, qué partidito creó Pablito”
Perdone, jefe pero no es así. Ese trabalenguas dice:
“Pablito clavó un clavito, qué clavito clavó Pablito”.
Mira, enano, cada uno puede hacer el trabalenguas que más le
guste.
Jefe, para dar una pista a quienes tengan que averiguarlo.
Podemos decir la solución.
Podemos, enano, podemos.
Pues nada, hemos dado la pista para que lo averigüen. Por
cierto, jefe, que el líder de Podemos, Pablo Iglesias: ”le
entregó al Rey una copia de “Juego de Tronos”, aprovechando
la visita de Felipe a la Eurocámara.
Era lo más lógico. Lleva tanto tiempo sin salir en la tele,
donde ha dejado de ser tertuliano, que tenía que buscar algo
para ser portada de los distintos medios escritos y salir en
todos los telediarios. La verdad, enano, es que me parece
una “payasada” de alguien que quiere ser presidente del
Gobierno español. Algo que me viene a demostrar que algunos
políticos del momento parecen sacados de una novela del
esperpéntico Ionesco.
Perdone, jefe, pero algo hay que hacer para salir en los
medios de comunicación, cuando las cosas no van todo lo bien
que se quisiera. Incluso atacar a Ciudadano, ante el peligro
que los releguen a la cuarta fuerza política del país.
Lleva razón, enano. Por eso que tú bien dices, igual algunos
son capaces de vestirse de lagarteranas. Allá cada uno, con
la fórmula empleada para ocupar portadas en los medios de
comunicación o chupar cámara.
Cambiando de tema, jefe, usted sabe cuántos partidos se
presentan a las elecciones.
Enano, son tantos que he perdido la cuenta. Pienso que
miles.
MI pregunta, jefe, es si quedaremos personal para ir a
votar. Igual, con su voto y el mío, se consigue mayoría
absoluta. Por cierto, jefe, usted no habrá blanqueado
dinero, que está la cosa que arde.
Una vez, enano, estando blanqueando el techo de la cocina,
se me cayeron cinco euros al cubo de la cal y salieron más
banco que la leche. Si eso es blanquear pues, hijo mío, lo
reconozco he blanqueado.
No se qué decirle, jefe. Yo de usted consultaba con un buen
abogado, por si la moscas.
Me lo pensaré, enano, pero tal y como está el asunto del
blanqueo y la evasión de capitales, en éste hermoso país,
llamado España, algún que otro tribunal antes de llegar a lo
mío, tiene trabajo para un “rato” largo
Jefe, mañana hablaremos de las listas de los partidos.
Enano, si algo me encanta de tu persona, es el humor.
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