Premi Mirchandani y Salvador Jaramillo, responsables del
Área de Festejos de la Ciudad Autónoma hasta su dimisión el
pasado año declaran hoy martes en calidad de imputados, en
relación con la compra de nueve carrozas en 2012.
La “mala gestión” de la Ciudad con respecto a la compra de
nueve carrozas de la Gran Cabalgata de Reyes Magos del año
2013, fue denunciada por el PSOE en Fiscalía el junio del
año pasado. Entones el líder socialista realizó un detallado
recorrido por todo el proceso de la adquisición de estas
nueve carrozas e indicaba que en agosto de 2012 el consejero
de Juventud, Turismo, Deportes y Festejos, Premi Mirchandani,
pidió a los técnicos de la Ciudad una reserva de crédito
para hacer frente a esa inversión, a través de un documento
en el que curiosamente alguien escribió a mano que era
“material inventariable y no hay un duro”, apuntando ya que
no había consignación presupuestaria para llevar a cabo la
contratación.
Aunque esta información ya ofrecía una primera traba al
consejero de Festejos, el expediente continúa su curso y la
intención del consejero de comprar estas nueve carrozas
siguió adelante hasta que el día 6 de noviembre de 2012, se
produce un escrito del entonces consejero de Hacienda,
Guillermo Martínez, donde comunica textualmente al área de
Festejos que “resulta del todo imposible tramitar dicho
expediente y proceder a su adjudicación antes del día de la
celebración”.
Pese a los dos inconvenientes surgidos, el no contar con
consignación presupuestaria y el no existir tiempo material
para sacar legalmente el concurso la contratación de estas
nueve carrozas antes de la celebración del evento el día 5
de enero de 2013, algún miembro del Ejecutivo “vuelve a
hacer gala de su irresponsabilidad, coge un teléfono, llama
a la empresa ‘Artesanía Beltrán Capsir, S.L.’ de Valencia y
le dice que aunque no pueda haber contrato que traiga las
nueve carrozas”, algo que da como resultado que
posteriormente aparezca, tal y como así lo mostró Carracao,
“una factura que, fechada el 29 de mayo de 2013, permanecerá
guardada en los cajones del área de Festejos hasta el 30 de
enero de 2014”.
Es decir, que la Consejería de Festejos contrató a dedo la
compra de las citadas carrozas por un importe de 85.600
euros, “a raiz de una llamada de teléfono y una contratación
directa verbal” y por lo tanto “sin ningún contrato ni
expediente de adjudicación que le diese el mínmo sostén
administrativo”.
Llegados a este punto solo quedaba proceder al pago. Para
ello, se celebró un Consejo de Gobierno en el que
Mirchandani, tal y como así lo destacó Carracao, lleva como
punto del orden del día el reconocimiento extrajudicial de
deuda de un largo listado de facturas por un total de
167.000 euros, y entre las que se encontraba la citada
factura por la compra de las carrozas.
El Consejo de Gobierno da el visto bueno a ese
reconocimiento extrajudicial y por tanto aprueba el pago de
la citada factura, apoyándose en los informes de la
interventora accidental y del técnico de la Administración
General, que decían que “había que pagar los servicios
efectivamente prestados para no incurrir en un
enriquecimiento injusto de la Administración” pero que
advertían que se habían “vulnerado los procedimientos
legalmente establecidos”.
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