La AD Ceuta firmó ayer un trabajado punto en el complicado
campo del Coria, con el que empató 1-1. El equipo caballa,
que se desplazó a tierras sevillanas muy mermado por las
bajas y con varios canteranos, plantó cara en el Estadio
Guadalquivir ante un rival en alza durante toda la segunda
vuelta y que en todo el campeonato solo había encajado cinco
goles en su campo, tres de ellos del San Fernando.
Después de un primer tiempo muy igualado y de mucha fuerza
en el centro del campo, Antonio Prieto marcó un auténtico
golazo desde casi el centro del campo que supuso el 0-1.
Pero ni sin apenas opciones de jugar el play off se libró el
Ceuta de los arbitrajes adversos, y un penalti inexistente
de Corrales y una incomprensible expulsión de Borja Gil
permitieron al Coria empatar el choque.
El Ceuta saltó al césped del Guadalquivir con ocho ausencias
y consciente de que el Sanluqueño podía dejar resuelto el
play off. A pesar de ello, el conjunto caballa fue a por
todas desde el inicio y plantó cara a un Coria que se vio
anulado en el centro del campo. Aunque el partido se mantuvo
muy igualado durante la primera mitad, con alternancia de
dominio, los ceutíes se mantenían muy bien situados sobre el
terreno de juego, no dando opción a que el conjunto coriano
llegase con claridad ante Garrido.
La única ocasión del Coria antes del descanso llegó a través
de un remate escorado de Chico que se marchó desviado,
mientras que el Ceuta creó sobre todo peligro a balón
parado, llegando a disponer durante los primeros cuarenta y
cinco minutos de cinco saques de esquina que no terminaron
de transformarse en el 0-1.
La segunda parte comenzó con una nueva adversidad. A los
ocho minutos de la reanudación Jorge cayó lesionado al
sufrir un desgarro en el abductor, por lo que Asián dio
entrada al debutante Borja Franco. El equipo caballa se
mantuvo muy fuerte sobre el terreno de juego, manteniendo
una férrea presión en el centro del campo. Esto permitió que
Prieto se hiciese con el balón en terreno sevillano y, desde
casi el centro del campo, envió un potente zapatazo que
convirtió en el 0-1 aprovechando que Isco se encontraba
fuera de su portería.
El Ceuta había conseguido lo más difícil: superar la
portería del Coria que, hasta ese momento, solo había sido
batida en cinco ocasiones. Sin embargo, el equipo caballa no
iba a tenerlo tan fácil para regresar a tierras ceutíes con
los tres puntos. Y es que, entre el Ceuta y la victoria se
interponía, además del Coria, el colegiado.
Santiago Blanco, que la temporada pasada ya se sacó de la
manga un penalti en contra del equipo caballa, volvió a
convertirse en protagonista cuando, siete minutos después
del gol de Prieto, señaló un inexistente penalti por
supuesto derribo de Corrales. El balón, que atravesó en
diagonal el terreno de juego, pasó por encima de Corrales y
de Chico sin que ninguno de estos lo tocase. A pesar de que
ambos se encontraban todavía fuera del área el árbitro,
incomprensiblemente, señaló la pena máxima cuando el jugador
sevillano cayó al césped. Juan Carlos fue el encargado de
ejecutar el penalti, firmando el 1-1.
Pero el Ceuta, indignado por esta situación, todavía tuvo
que sufrir otra decisión arbitral en contra que terminó de
dejarlo sin opciones de conseguir la victoria: la expulsión
de Borja Gil. Tan solo dos minutos después del empate
coriano, Santiago Blanco mostró la roja directa al jugador
ceutí ante el asombro de todos los jugadores, alegando que
este había amenazado a un futbolista del equipo contrario.
Con uno menos sobre el césped, el Ceuta sufrió más para
mantener el control del juego en el centro del campo,
situación de la que intentó aprovecharse el Coria para
conseguir el segundo. Sin embargo, Garrido volvió a
mostrarse muy acertado bajo palos ante los disparos de
Abraham y de Melo, permitiendo así que su equipo consiguiese
marcharse del Guadalquivir con un trabajado punto.
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