Y cuando uno mantiene una línea
clara, aunque a alguien le moleste, en algún momento, es que
hay estructuras propias, que al menos ellos, consideran
prioritarias para los pueblos y para todo el país. Ayer, y
es algo que nos agrada comentar, Vox de Ceuta salía a la
calle. Se colocaba frente a lo que fue, en su día, el Centro
de Hijos de Ceuta y según pudimos comprobar, no pasaba
desapercibido para los viandantes que se acercaban al
“tenderete” que había colocado Vox y se interesaban por lo
que querían y propugnaban, desde Vox, en ese decálogo que
presentan para Ceuta, decálogo muy interesante y que vamos a
tratar de resumir, en varios puntos, a tono con lo que el
espacio de esta columna nos permite.
Un primer paso que hace abrir los ojos a muchos que desean
ser un emprendedor más y es que Vox “pondría a disposición
de los emprendedores los locales propiedad de la Ciudad, que
estén sin usar”. Una buena medida si esa puesta a
disposición de tales lugares no lleva ya aparejado ningún
apellido determinado. Es un buen primer paso, al que
seguiría otro aspecto que, también, afectaría a corto, medio
y largo plazo, a la casi totalidad de los ceutíes. Esta
segunda propuesta es:” reducción al mínimo de los impuestos
locales a las nuevas empresas ...” . Reclamo interesante
para que se puedan acercar empresas y se instalen sin tener
que gastar millonadas antes de haber abierto sus puertas.
Y, naturalmente, esto llevaría aparejado algo más, como
podría ser “eliminar el excesivo obstáculo burocrático a la
inversión privada”. No nos hace falta seguir mucho más para
deducir que aquí hay un fondo, aquí se sabe lo que hay y lo
que se puede modificar para que lo que hay ahora vaya mejor
mañana. ¡¡Ojo!! Que Vox, procedente, en gran medida, de
cierto sector del PP, aunque aparentemente parta de cero,
sin embargo saben como se engrasan las maquinarias políticas
para que funcionen y como, desde dentro, han visto lo que
hay en Ceuta y lo que aquí no se hizo, puede conseguir que
el mismísimo PP, si Vox tiene una candidatura con tirón, sea
menguado y con toda normalidad, este PP que gobierna aquí,
con mayoría absoluta, desde hace catorce o quince años.
Y como aquí, más que en ningún lugar, los nombramientos
políticos, hombres de confianza, aunque sean unos patanes,
sin saber nada de nada, Vox promete “la reducción drástica
de nombramientos políticos, entre cargos electos y no
electos, directivos y personal de confianza”. Y
naturalmente, como todos estos “carguitos” ocupan puestos
que no les corresponderían, con ello, en ocasiones, los
profesionales salen muy mal parados. Con este giro de Vox “
se dará a los funcionarios el valor que le corresponde y el
puesto que debe ocupar por su formación y preparación”.
Sobre el papel todo queda muy bien, muy razonable, luego si
se llega lo que no nos gustaría es que Vox se convirtiera en
la mano derecha o la izquierda del propio PP. Todos estos
programas ponen de los nervios a muchos de los de siempre,
que llevan en el sillón demasiados años, y que, muchos de
ellos consideran que ese sillón, aunque sea el de un simple
concejal, les pertenece por derecho del cielo, del infierno
o del apellido o la confianza de alguien que no tuvo otro
mejor para ocuparlo. Habrá que esperar, pero al PP le acaba
de salir otro competidor de los de verdad.
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