El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos,
visitará el lunes y martes próximos Madrid, Ceuta y Melilla,
en el marco de los contactos que ha mantenido con España
sobre la presión migratoria y las llamadas “devoluciones en
caliente” de inmigrantes, según aseguró el ministro del
Interior, Jorge Fenández Díaz.
La visita, que se celebra a iniciativa del ministro, se
iniciará el lunes en Madrid con un encuentro con el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y continuará el
martes en Ceuta y Melilla, donde el comisario ofrecerá
sendas conferencias de prensa.
Estos encuentros permitirán evaluar la situación sobre el
terreno a la luz de la reciente legislación española sobre
las medidas de control en las fronteras, “La Comisión ha
seguido de cerca los desarrollos legislativos sobre el
establecimiento de un régimen especial en Ceuta y Melilla.
Seguiremos supervisando las prácticas de aplicación de esta
nueva legislación”, dijo la portavoz de Interior.
Esta visita se tenía que haber producido ya, puesto que
estaba programada para cuando se inauguraron las oficinas de
solicitud de asilo en las ciudades autónomas, hecho que al
final no se produjo.
En la CE se considera que la apertura de estos centros es un
“desarrollo positivo”, pero habrá que asegurar que se trata
de un punto “accesible en la práctica” para que los
demandantes de asilo puedan presentar sus solicitudes “sin
tener que escalar las vallas fronterizas”. “La Comisión
quiere asegurase de que el marco legal nacional y su
aplicación respetan los estándares requeridos por la
legislación de la Unión”, añadió.
El Ejecutivo comunitario incide, por otro lado, en que pese
a que las concertinas en las vallas no están prohibidas
expresamente por las normas comunitarias, la Comisión
Europea no apoya su uso y anima a los todos los Estados
miembros a que utilicen medidas alternativas de control en
frontera, basadas en análisis de riesgo, cooperación e
intercambio de información. “La Comisión recuerda que
cualquier medida de supervisión en frontera debe ser
proporcional a los objetivos perseguidos, y debe respetar
los derechos fundamentales y el principio de no devolución”,
destacó Bertaud.
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