Partiendo de que muchas encuestas han devenido en
instrumentos de propaganda y de información dirigida para
tratar de crear climas de opinión favorables a un candidato,
los últimos sondeos publicados sobre la intención de voto de
cara a las próximas elecciones locales marcan varias
tendencias. La primera es un desgaste del Partido Popular
tras 14 años de Gobierno, que se traduciría en una perdida
de más de 3.500 votos con respecto a las últimas elecciones
de 2011, y de más de 6.000 votos en comparación con los
comicios de 2007, según el sondeo realizado por SOCIOPOLIS.
Un descenso en el número de votos que, sin embargo, no
harían peligrar la mayoría absoluta de los populares
ceutíes, pero que les obliga a ser cautos.
Por otro lado, el buen trabajo de José Antonio Carraco hace
que la tendencia del PSOE sea ascendente, obteniendo cerca
de 2.000 votos más que en 2011, según las encuestas más
pesimistas. No obstante, este auge de los socialistas
ceutíes no terminaría de aglutinar todo el descontento de
los ciudadanos, algo que si podría conseguir Ciudadanos, que
cosecharía el apoyo de buena parte del electorado que
respaldó al PP en las últimas elecciones y que puede
sentirse ahora desencantado con la gestión de Vivas.
Ciudadanos representa un refugio ideológicamente cercano
para el votante que, aun contrariado con el PP, es reticente
a apoyar al PSOE. Además hay que tener en cuenta que el
trabajo de campo de SOCIOPOLIS se ha efectuado cuando
todavía Ciudadanos no ha proclamado aun a su candidato.
Otra tendencia que marcan la mayoría de las encuestas es el
declive de la coalición Caballas, que perdería el 50% de sus
votos en favor del nuevo MDyC de Fatima Hamed, en una clara
‘pelea’ por el mismo electorado.
Dicho esto, habría que tener en cuenta el consabido problema
de que no se puede cocinar la memoria de voto porque MDyC y
Ciudadanos son nuevos en la plaza y que todas las buenas
encuestas recogen un dato que imposibilita llevar a cabo un
cálculo exacto de los resultados finales:los indecisos.
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