Son muchas las sentencias que
están viendo la luz últimamente y que están viniendo a
corregir situaciones que, al entender de la Justicia, no se
ajustan a la legislación o normativa vigente y que, en otros
casos, vulneran derechos fundamentales.
En muy pocos meses, tanto el Juzgado de lo Contencioso
Administrativo como ahora el Tribunal Superior de Justicia
de Andalucía ha venido a poner en orden lo que desde los
tribunales se entiende que no se ajustaba a derecho.
Tanto las sentencias de los nombramientos de los
viceconsejeros como la de Fatima Hamed han abierto dos
importantes debates que afectan no solo al equipo de
gobierno, si no que deben hacer reflexionar a toda la clase
política. Y esto es así por tanto una como las otras son
enriquecedoras para cualquier aspirante que tenga como meta
ocupar la Presidencia de la Ciudad.
En las de los viceconsejeros, el debate no estriba tanto en
los nombramientos como en la consideración de la Ciudad, ya
que el tribunal ha entendido que es un ayuntamiento y no una
comunidad autónoma. En el de Fatima Hamed ha quedado claro
que desde la Asamblea “se ha vetado” a la diputada no
adscrita, dejando claro que si representa a los ciudadanos
y, por ende, debe de ejercer sus funciones como tal.
En los dos casos, la clase política debería de enriquecerse
y, en su defecto, tratar de trabajar en pos de que
situaciones como estas no se vuelvan a producir, ya que, por
ejemplo, volviendo al caso de las anulaciones de los
nombramientos de los viceconsejeros, la Ciudad se ha jugado
mucho. En este caso en concreto, la clase política debería
haberse puesto de acuerdo para defender lo avanzado en
cuanto a autonomía se refiere.
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