La Gendarmería marroquí rescató ayer en la frontera que
separa Ceuta de Marruecos a un inmigrante de Guinea Conakry,
que tenía problemas para respirar al estar escondido en el
salpicadero de un vehículo.
Según informaron ayer fuentes policiales, la intervención se
produjo a primeras horas de la mañana, en la frontera del
Tarajal, cuando los agentes inspeccionaron uno de los
automóviles que estaba en la cola para acceder a la aduana
española.
Los agentes encontraron detrás del salpicadero a un joven
inmigrante subsahariano que iba a ser introducido
ilegalmente en territorio español.
Según fuentes policiales, cada inmigrante puede pagar una
media de unos 6.000 euros por ser introducido en España de
manera clandestina.
El conductor del vehículo, natural de Marruecos, fue
detenido por un presunto delito contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros.
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