El PSOE se suma mediante este manifiesto a la conmemoración
del Día Nacional de la Atención Primaria, una fecha que
invita a la reflexión sobre el papel de la Atención Primaria
en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.
Si bien en las últimas décadas se ha forjado un consenso
sólido sobre la necesidad de contar con una Atención
Primaria fuerte, con capacidad de resolución y dotada de los
recursos necesarios para vertebrar el sistema en su
conjunto, el contexto actual reclama que nos reafirmemos en
ese consenso y en ese compromiso, de cara a la nueva
realidad en la que vivimos.
Hay varios hitos que en las últimas décadas han sentado las
bases de la Atención Primaria de Salud, tal y como la
conocemos hoy. Quizá los más importantes fueron el Real
Decreto 137/1984, de Estructuras Básicas de Salud y, en el
año 1986, la Ley General de Sanidad, que consagró por fin
una sanidad universal, pública y de acceso gratuito para
toda la población.
Años después, en el Pleno del Consejo Interterritorial del
Sistema Nacional de Salud celebrado el 11 de diciembre de
2006, se acordó que “…la Atención Primaria de Salud debe
estar orientada a la ciudadanía y a la comunidad, y ha de
tener una alta capacidad de resolución con un amplio acceso
a medios diagnósticos, contando con unos profesionales
motivados y capacitados y una organización descentralizada,
eficiente y participada, tanto para la ciudadanía como para
los profesionales…”. Se hacía esta reflexión en relación al
proyecto AP-21, que fue el marco estratégico para la mejora
de la Atención Primaria en España entre los años 2007 y
2012. Un nuevo impulso que vino a apuntalar un sistema de
Atención Primaria que se ha situado como uno de los más
considerados a nivel internacional, reconocido por la
calidad de la asistencia, la accesibilidad de los servicios
a la ciudadanía y por generar espacios de trabajo
especialmente valorados por profesionales y pacientes. Entre
otros muchos ejemplos, el Informe sobre Atención Primaria
del Observatorio de Sistemas de Salud de Europa sitúa la
Atención Primaria de nuestro país entre las más sólidas del
continente.
El recorrido hasta estos logros y hasta ese reconocimiento
internacional ha sido posible, en primer lugar y
fundamentalmente, gracias al trabajo, la capacidad y la
entrega de los y las profesionales sanitarios; y gracias
también, entre otros factores, a la vasta normativa
impulsada en este ámbito, que ha llevado la marca de
gobiernos socialistas.
Pese a todo lo anterior, no es menos cierto que, en los
últimos años, han aparecido algunas variables que suponen un
importante desafío para el buen camino de la Atención
Primaria, como es el crecimiento progresivo y el
envejecimiento de la población, el incremento de la
medicalización de la vida cotidiana, el reto de la
cronicidad y el impacto de la crisis económica, cuyos
efectos se han visto potenciados por las medidas de corte
antisocial impuestas por el Gobierno de España en los
últimos tres años.
Y es que a los socialistas y las socialistas nos preocupa la
deriva que el Gobierno de España está dando al Sistema
Nacional de Salud, comenzando por la ruptura de la
universalidad en el acceso a la asistencia, el abandono de
la Salud Pública, la asfixia en la financiación y los
recortes de derechos, prestaciones y servicios, pasando por
los procesos de privatización que, en algunas comunidades
gobernadas por el PP están extendiéndose a la Atención
Primaria.
En el contexto actual, lo que necesita la Atención Primaria
son nuevas reflexiones, nuevas soluciones, nuevos hitos que
la sigan fortaleciendo como elemento clave de nuestro
sistema sanitario, basado en la universalidad y en la
equidad, y que contribuye activamente a la sostenibilidad de
la sanidad pública. Sin embargo, a lo que estamos asistiendo
es a un intento de desmantelamiento progresivo que puede
desembocar, más pronto que tarde, en el deterioro del
sistema, empezando por la Atención Primaria, que debe ser
necesariamente la columna vertebral del Sistema Nacional de
Salud, un escenario privilegiado para la atención integrada
y cooperativa.
Hay que recordar que más del 90% de problemas de salud se
resuelven en los centros de Atención Primaria.
Por ello, desde el PSOE reclamamos una atención universal
desde la Atención Primaria, recuperando íntegramente la
universalidad del Sistema Nacional de Salud, con la
derogación urgente y definitiva del Real Decreto Ley
16/2012.
Exigimos un compromiso firme con el desarrollo de la
Atención Primaria en todo el territorio español, con un
modelo organizativo que garantice la participación y
motivación de los profesionales dentro de un marco de
autonomía y responsabilidad, profesionales cuyos derechos
laborales deben ser restituidos inmediatamente, porque han
cargado sobre sus hombros demasiado sacrificio en los
últimos años de crisis.
Reivindicamos un modelo que mejore la accesibilidad, que
dote de mayor capacidad de resolución a los equipos de
profesionales y que mejore la continuidad asistencial entre
la Atención Primaria y la Atención Hospitalaria, extendiendo
a todas las Comunidades Autónomas herramientas como la
gestión por Procesos Asistenciales Integrados o la Historia
Clínica Digital, íntegramente implantados ya en comunidades
como Andalucía.
Desde el PSOE siempre hemos entendido la Atención Primaria
como la piedra angular del Sistema Nacional de Salud.
Exigimos al Gobierno de España que muestre, con hechos, la
misma convicción, porque solo así conseguiremos preservar un
sistema sanitario que es una referencia no solo en Europa
sino también en el resto del mundo.
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