No hay día en el que no aparezca
algo, como ya definitivo, para el día después de las
elecciones del mes de mayo.
Y personalmente me parece muy bien que la gente hable, que
exponga sus situaciones, que no se vaya a una guerra, desde
el primer día, pero hasta ahí, porque serán las urnas las
que marquen el paso y las que digan si hay necesidad de
pactos y qué pactos pueden llevarse a cabo.
Digo todo esto, porque no me parece ni conveniente, ni
positivo, en principio, el que ya se esté hablando de la
posibilidad de un pacto entre un partido emergente en Ceuta,
Ciudadanos, y otro que ya se ha presentado anteriormente
aquí, sin haber lo grado ningún escaño, hasta estos
momentos, UPyD.
Aunque con distintos planteamientos, UPyD no debería quedar
muy lejos, ahora mismo, de Ciudadanos, en ideología, pero
tampoco está nadie legitimado para decir que son
primos-hermanos. Y no lo son porque sus orígenes son muy
distintos. UPyD nació de una separación, por parte de una
serie de personas muy válidas, con respecto al PSOE, en
tanto que Ciudadanos nació en Cataluña, para no ser
catalanista.
No era fácil, para un joven Albert Rivera, salir a la
escena, en ese ambiente que se viene respirando en Cataluña,
desde hace años, de olor separatista, y ser ellos los que
abogaron, más que nadie, por la unidad y la estabilidad de
España.
Albert Rivera y Ciudadanos se han ganado el afecto y
simpatía por sí mismos, en tanto que UPyD ha tenido y tiene
muchos de sus apoyos, en personas que no comulgan con la
dirección que con Zapatero tomaba el PSOE.
Es lo que, en dos líneas, podemos decir de estos dos
partidos que, a día de hoy, están en una situación muy
distinta, con UPyD yendo a todo galope a la nada, si desde
la dirección del partido no cambia las reglas de juego, en
tanto que Ciudadanos es el partido al que no hace ascos
nadie, es el partido de la ilusión, que va cautivando, cada
día, más voluntades, por el temple, la personalidad y el
buen hacer que puede seguir desarrollando.
La dirección de UPyD no ha aceptado una unión con Ciudadanos
y esto, mal que le pese a Rosa Díez, le puede llevar a un
estrepitoso fracaso el 24 de mayo.
En Ceuta, la relación entre ambos partidos es buena, yo
diría que ejemplar, pero sabiendo unos y otros el terreno
que pisan y lo que sí es cierto es que juntos hubieran dado
más de un dolor de cabeza a todos los demás, mientras que al
ir separados el único que tiene que perder es UPyD.
Vamos a esperar hasta el último día, las candidaturas no
terminan de cerrarse, la de unos por ver si hay un giro y la
de Ciudadanos porque lo que no se quiere es mover ficha con
cualquier tipo de error.
Los dos grandes partidos, a nivel nacional, ya lo tienen
todo hecho, los que no tienen una maquinaria tan bien
engrasada esperan al final, especialmente, para no dar un
patinazo que fuera fatal para el futuro.
Y mientras tanto MDyC presenta su candidatura, con Fátima
Hamed a la cabeza y con ganas de demostrar que no sólo hay
dos que lo sepan hacer, bien o mal. Fátima Hamed encontrará
dificultades, pero a día de hoy tiene más campo para ganar
algo que para perderlo todo y todo lo que gane será a costa
del PP, eso que a nadie le quepa la menor duda, ni siquiera
a aquellos que ahora, no antes, les estén arreglando la
calle.
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