Con esta frase, creada por
Fernando Ónega para Adolfo Suárez, el hombre que hizo
auténtico encaje de bolillos, en la transición a la
democracia, encandiló a la mayor parte del pueblo español y,
a pesar de las dificultades de dentro y de fuera, que
intentaban bloquear parte de lo que él programaba, el
abulense de Cebreros llevó a cabo una gran parte de su
programa, con sencillez y siempre con sinceridad, aunque a
más de uno le haya parecido otra cosa.
Eran otros tiempos, eran momentos en los que se confiaba en
aquellos dirigentes políticos de la entrada en algo nuevo,
esperado y deseado, como era la democracia. Y como ninguno
de ellos había llegado a las corruptelas que, a partir de
entonces, hasta ahora, hemos vivido, podía creer en aquellas
promesas, incluso si se hacían en tiempos de elecciones.
Ahora es otra cosa, porque ahora el barro que ha salpicado y
manchado tanto a una gran parte de los que se han hecho
vividores de la política, ni aunque te digan”la Biblia en
verso” te lo puedes creer. Eso desde luego.
Y puestos a no creer, yo no me puedo creer que ahora,
precisamente ahora, nos digan que va a ser posible, desde
muy pronto, volver a cruzar el estrecho en helicóptero,
desde Ceuta a Algeciras o a la inversa, desde Algeciras a
Ceuta.
Y ya es casualidad el hecho de que hace sólo un par de días,
en una página firmada por mí mismo:”EN PROFUNDIDAD, nos
hacíamos la pregunta de:”¿ Y los helicópteros cuando
vuelven?”.
La pregunta parece que no cayó en saco roto, y ese mismo día
el presidente, al que ahora se le empieza a ver un poco más,
decía a los medios de comunicación que Inaer le ha
presentado al Ejecutivo su estudio de viabilidad.
Eso puede significar lo que cada uno vayamos pensando, pero
es de suponer que ese estudio de viabilidad sea más
consistente, también para los rendimientos, del que, en
otros tiempos, se hizo en un ámbito diferente al de los
helicópteros, como fue el caso del ya famoso Gran Casino.
Con todo, no me pienso salir del asunto, pero tras varios
años de haber estado operando en la línea Ceuta-Málaga,
Málaga-Ceuta, Ceuta-Algeciras o Algeciras-Ceuta, que ahora
el requisito a superar sea que Inaer encuentre una empresa
que se encargue de comercializar los billetes, me parece de
Ciencia Ficción.
Y no ha empezado la propia campaña electoral, porque aún ni
están presentadas todas las candidaturas, ni algunas de
ellas están totalmente confeccionadas, por lo que, sin
tratar de pensar mal, de ahora en adelante, podremos
encontrar cada día un espacio, en Ceuta, en Madrid, en
Arévalo, en Sevilla, en Navalmoral de la Mata o en Murcia,
que desde aquí vamos a titular:”Vamos a contar mentiras”. Ya
veremos a quien se le puede dedicar más veces este espacio.
Lo que va de ayer a hoy, se prometían cosas y ejecutaban y
se progresó, en tanto que hoy se busca el mantenimiento en
el cargo, se sigue tanto tiempo como el cuerpo aguante y si
un día hay que decir que somos copartícipes de la muerte de
Manolete, firmamos ese documento “ante Dios y ante la
Historia”, para seguir cuatro, ocho o los años que sean
precisos más.
Y esto todos, porque si los que están ahora en el poder
levan muchos años, otros que están en la oposición llevan
casi tantos años y ahí van a seguir, los unos y los otros,
salvo que los votantes cargados de sensatez los dejan de
votar.
De momento seguimos sin que los helicópteros crucen el
estrecho.
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