El PSOE se suma un año más a la conmemoración del Día
Mundial de la Salud, que este año hace hincapié en el tema
de la ‘Inocuidad de los alimentos’. La Organización Mundial
de la Salud ha decidido lanzar este mensaje para fomentar
medidas destinadas a mejorar la inocuidad de los alimentos a
lo largo de toda la cadena, desde la granja hasta el plato.
Este Día Mundial se convierte en una oportunidad para
alertar a los diferentes gobiernos, a las explotaciones
agrarias, a fabricantes, minoristas, profesionales
sanitarios y a las personas consumidoras, de la importancia
de la inocuidad de los alimentos, con el objetivo de generar
concienciación sobre el papel que cada persona puede
desempeñar para que todos y todas tengamos confianza en que
los alimentos que nos llegan al plato son inocuos. Una vez
más, la OMS pone así el foco en la importancia de la Salud
Pública y, en concreto en este caso, en la prevención y la
promoción de la salud. Ciertamente, la propia evolución de
la sociedad nos conduce hacia una sociedad más madura y
exigente, que reclama servicios sanitarios de calidad y, al
mismo tiempo, demanda cada vez más seguridad y protección de
su salud, así como entornos que favorezcan y posibiliten el
desarrollo de hábitos de vida saludables. Los socialistas y
las socialistas entendemos que la Salud Pública tiene que
ser una vocación indiscutible de cualquier sistema público
de salud. Y estamos convencidos y convencidas de que es en
los momentos de crisis cuando hay que hacer un mayor
esfuerzo para proteger, fortalecer y hacer crecer las
políticas de Salud Pública, que son la llave para alcanzar
el objetivo de una sociedad más sana. Sin embargo, en países
como España, la crisis económica, así como la oleada de
medidas antisociales que se han impuesto desde el Gobierno
de España, están poniendo en serio riesgo esta tendencia y
arrinconando las políticas de Salud Pública, relegándolas a
un segundo plano. Así ha quedado demostrado con la nefasta y
poco transparente gestión de la crisis del ébola (cuando los
primeros casos confirmados llegaron a España, el Hospital
Carlos III de Madrid, que había sido centro de referencia
nacional para enfermedades infecciosas y tropicales, estaba
siendo desmantelado) y también con la crisis por los nuevos
tratamientos de la Hepatitis C.
Esta falta de convicción y de voluntad política a la hora de
priorizar las políticas de Salud Pública podría muy pronto
traducirse en el empeoramiento de otro tipo de indicadores
que miden más directamente el control que la sociedad tiene
sobre su propia salud y la eficacia de las políticas de
Salud Pública que se están impulsando (o, en este caso,
dejando de impulsar): indicadores relacionados, por ejemplo,
con el hábito tabáquico, la prevención del VIH, la
alimentación sana, los hábitos de vida saludables como la
práctica del ejercicio físico, etc. Abandonar este tipo de
políticas puede tener serias consecuencias, a corto, medio y
largo plazo, en la salud de la población. En paralelo a este
arrinconamiento de la Salud Pública, el Gobierno de España
lleva ya varios años imponiendo serios recortes en materia
sanitaria en general, tanto a través de la vía de la
financiación como directamente mediante la eliminación o
limitación de derechos y prestaciones. En estas
circunstancias, para el PSOE es ineludible, en este Día
Mundial de la Salud, recordar que la construcción de una
sanidad pública, universal, sostenible y de calidad es una
aspiración de toda la sociedad, patrimonio de todos los
españoles y españolas y un logro al que ninguna sociedad
desarrollada debería renunciar. Es por esto que, en este 7
de abril, exigimos al Gobierno de España:
- Recuperar la universalidad del Sistema Nacional de Salud,
con la derogación urgente y definitiva del Real Decreto Ley
16/2012, claramente lesivo para el sistema sanitario y para
las personas enfermas. La decisión del Gobierno de España,
más de dos años después, de atender a las personas en
situación administrativa irregular en Atención Primaria
“porque es más práctico”, como ha indicado el ministro, no
es suficiente, es un parche. La salud no es un favor que se
hace por motivos prácticos, es un derecho básico y universal
de la ciudadanía.
- Garantizar una financiación suficiente y estable de las
políticas sanitarias, que no baje en ningún caso del 6% del
Producto Interior Bruto del país.
- Reponer y aumentar las líneas de investigación en materia
sanitaria que han sido desfinanciadas.
- Eliminar definitivamente el copago hospitalario y el
copago farmacéutico.
- Asegurar el acceso equitativo y según criterios clínicos a
las nuevas terapias disponibles, garantizando al mismo
tiempo la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y
resistiendo ante las presiones de las grandes industrias
farmacéuticas.
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