Concluida la Semana Santa, ahora
es el momento en el que el mundo cofrade ceutí, encabezado
por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, haga un
reflexión y mire con lupa todo lo que ha sucedido durante la
Semana Mayor con los desfiles procesionales. Sin duda, Ceuta
no pasa por su mejores momentos en lo que a la Semana de
Pasión se refiere, ya que han sido muchos los errores
cometidos
Ha quedado demostrado que aquí, a veces, es muy difícil
poner los pasos en la calle y, precisamente, no por los
motivos que se dan en algunas poblaciones como pueden ser
los económicos. Nada de eso, aquí el problema ha estado en
la falta de costaleros, que en unos casos ha obligado a
tener que sacar las imágenes a la calle en parihuelas, en
otros, en un minipaso, y lo peor, un paso, con la tradición
y el fervor que los ceutíes le tienen a Nuestra Señora del
Mayor Dolor, tenerse que quedar en su templo. Eso sin contar
el que ha hecho su salida procesional con una cuadrilla
procedente de la Isla de León. Una imagen poco edificante y,
aunque muchos no lo crean, que ha dejado un mal sabor de
boca en la mayor parte de la ciudadanía.
El Consejo tiene que tomar cartas en el asunto, puesto que
no es bueno que la Semana Santa de Ceuta siga caminando por
esos derroteros, y más que multar a las cofradías, si lo
tuviese que hacer, lo mejor sería exigirles que mantuvieran
la seriedad que se requiere y así evitar los fiascos que,
desgraciadamente, se han vivido este año. Es comprensible
que si no hay costaleros para sacar los pasos a la calle se
recurra a soluciones de urgencia, aunque una cosa es
evidente, las cofradías saben, o deberían saberlo, con
suficiente antelación que no van a contar con personal y,
por ende, no pueden decir un día antes que uno de sus pasos
no sale a la calle. Ahora es momento de reflexión.
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