El nacimiento de un periódico, de
cualquier medio de comunicación, es duro. Lo fue hace ya dos
décadas y lo sería hoy, sin duda alguna. Y si el
alumbramiento se produce en un ambiente que podríamos
definir como “hostil”, embadurnado con un insoportable olor
a monopolio, soportado por un poder político opuesto a
acabar con él, la dureza y las dificultades se amplían, se
magnifican.
Claro ejemplo de ello, lo fueron varios periódicos que
hicieron el intento de abrir el abanico informativo,
luchando por dar pluralidad a la prensa de una ciudad a la
que algunos no dejaban despertar de su letargo de papel y
tinta. Apenas alcanzaron el año de “vida”, nacieron ya
muertos, con una oxidada navaja de bandolero clavada en la
espalda.
La libertad se puede medir de muchas maneras, son muchos los
instrumentos que existen con gran capacidad para ofrecer
resultados cuyo análisis nos llevaría a claras conclusiones.
Entre todos ellos, la prensa y su pluralidad destacan como
el mejor barómetro sociológico para confirmar si la libertad
brilla sobre los ciudadanos o si, por el contrario, un
eclipse de manos negras e intereses personales, partidistas
y empresariales, la oculta irremediablemente. Cuando esto
ocurre, como lo hacía hace veinte años, las noticias que
llegan a las manos de los ciudadanos se convierten en meros
dictados del poder de turno, faltos de higiene en su
ortografía política y manchados por un interés perturbador
por controlarlo todo.
La ilusión y la ganas de romper el yugo mediático que
imperaba, fueron (y son) más fuertes que cualquier obsesión
por mantenerse soldado a un sillón o por subir peldaños en
el estatus social de esta orilla del Estrecho. Durante dos
décadas, hemos recorrido un largo camino salvando
obstáculos, disfrutando de los éxitos, afrontando las
dificultades, viviendo mejores y peores momentos,
aprendiendo de los errores y creciendo con los aciertos.
Jamás hemos faltado a nuestra cita diaria.
“El Pueblo de Ceuta” no sólo ha teñido de verde los
expositores de los kioscos y puntos de venta de prensa en el
día a día, también ha estado presente en los momentos más
importantes vividos en esta ciudad, que no han sido pocos en
veinte años. Las citas con la historia de Ceuta han sido
muchas y muy importantes en este tiempo y a todas hemos
acudido rápido y bien, ofreciendo un “día siguiente” plural
y enriquecido, tal y como la información, con toda la
amplitud de la palabra, se merece.
Además de ser y estar como medio informativo, cumpliendo con
una labor fundamental en la sociedad actual, en la era de la
comunicación, lo hemos hecho con orgullo como pioneros en
muchas actuaciones que nos han situado como ejemplo para
unos y como inspiración para otros. No ha sido fácil, las
dificultades que, para ello, hemos tenido que sortear no
sólo han sido duras, también persistentes, ya que hoy las
seguimos teniendo de frente. Eso sí, todavía no han
conseguido hacernos bajar la mirada.
Veinte años con Ceuta, hecho para Ceuta y en Ceuta. “El
Pueblo de Ceuta” es, desde hace años, un producto 100% ‘made
in Ceuta’. La inversión empresarial de la editora se ha
centrado en industrializar su producto adquiriendo un
moderno centro de impresión con una rotativa de elevada
calidad tecnológica que evita las habituales interrupciones
anuales que nos depara los varios temporales marítimos que
nos visitan regularmente. Ceuta no se merece esas
interrupciones y, una vez más, nos adelantamos a ofrecer un
servicio que evidencia nuestro interés por Ceuta y pone de
manifiesto nuestra filosofía de invertir en nuestra propia
tierra. Haciéndolo en momentos donde la crisis inmoviliza al
inversor. Justo cuando más se necesita, volvemos a
mostrarnos con arrojo por Ceuta.
Entre los pasos hacia adelante que hemos dado se encuentra
la web www.elpueblodeceuta.com, que supone uno de
nuestros indiscutibles baluartes, siendo la calidad de la
presencia en internet el soporte que define mejor las
perspectivas de futuro no sólo de nuestro periódico, sino de
cualquier medio de comunicación. La estabilidad de la
versión impresa que, año tras año, ha estrechado el margen
con “El Faro de Ceuta”, se convierte en un liderazgo
indiscutible si se suman y ponen en valor las estadísticas
de nuestros lectores en internet. Un liderazgo que presenta
una pronunciada curva ascendente en la representación
gráfica de nuestras ambiciones empresariales y editoriales.
Este año, el de nuestro XX aniversario, nuestros lectores y
anunciantes contarán con novedades que ampliarán
exponencialmente su interés por nuestras páginas, sean estas
de papel o virtuales.
Cumplimos una edad perfecta, porque ya hace tiempo que
dejamos de ser niños y, sin embargo, mantendremos aún
durante muchos años la fuerza que una mentalidad joven y
abierta nos otorga.
Soplamos veinte velas y nos vamos a permitir el lujo de
pedir un deseo, uno sólo: que esta sensación de “Déjà Vu”
que hemos vivido en los últimos tiempos, en los que el
desagradable olor a monopolio que citábamos al principio
parecía querer volver, haya sido sólo un sueño, el de
algunos que entre alucinaciones quizás seniles pensaron que
podrían acabar con una libertad por la que llevamos dos
décadas luchando. Soplen con nosotros, nuestra libertad es,
más que nunca, la libertad del pueblo.
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