Ismael Dris y Claudio Tinoco partieron ayer hacia la Maratón
de Sables, considerada como la prueba atlética más dura del
Mundo. Los dos ceutíes cogerán hoy el avión que los llevará
al Sáhara, donde hace 28 años el aventurero francés Patrick
Bauer completó una travesía por el desierto de 350
kilómetros. Este año serán 1.500 los corredores (49 de ellos
españoles) los que intentarán emular a Bauer en una prueba
solo apta para los más fuertes, física y mentalmente, y que
se ha convertido año tras años, además, en todo un reto de
autosuficiencia y supervivencia.
La Maratón de Sables, que en cada edición costa de una
distancia distinta (nunca inferior a los 200 kilómetros),
tendrá este año un recorrido de 250 kilómetros, que deberán
completarse en siete días. Las medidas de seguridad impiden
aún conocer ni el punto exacto de salida ni el de la meta,
algo que los corredores no conocerán hasta mañana. El sábado
se llevará a cabo el pesaje de las mochilas (a excepción del
agua, los deportistas deben llevar a sus espaldas tanto la
comida como todo lo que puedan necesitar), mientras que el
domingo dará comienzo la prueba.
Serán siete días en los que los atletas deberán completar
una media de un maratón diario en el desierto (alrededor de
40 kilómetros), sumándose una doble maratón que deberá
completarse en una de las jornadas y que este año podría
constar de entre 95 y 100 kilómetros, contando con 48 horas
para realizarla. El único descanso que tendrán los atletas
será el tiempo que les quede entre la finalización de esta
doble maratón (para la que podría emplearse algo menos de 20
horas) y el inicio de la siguiente jornada, por lo que el
cansancio no sólo físico, sino también mental, se presenta
como el mayor enemigo de los atletas.
Debut de Claudio Alarcón
Claudio Alarcón Biondi será uno de los 49 corredores
españoles que tomarán parte en esta nueva edición de la
Maratón de Sables. Una experiencia completamente nueva para
la que lleva preparándose nueve meses, marcándose como
objetivo el de “cruzar le meta”. Y es que, el simple hecho
de completar la prueba supone una gran satisfacción para los
atletas que recibe un abrazo y la medalla de ‘finisher’ del
propio Patrick Bauer. Algo que se ha convertido en una
tradición en esta prueba y que se convierte en una de las
grandes motivaciones para los participantes.
“Mi objetivo es terminar la prueba. Quiero completarla y
recibir la medalla de finisher del propio Bauer. Quiero
vivir ese momento”, reconoce el ceutí, que destaca el duro
trabajo que ha tenido que realizar durante estos últimos
meses. “La preparación no ha sido fácil, con entrenamientos
muy planificados y sesiones diarias, algunas de ellas
dobles. He recorrido más de 1.000 kilómetros solo en
entrenamientos, además de competir en pruebas como la
Maratón de Málaga y la Africana de Melilla, el mes pasado”,
recuerda el deportista.
Ismael Dris, todo un ‘top ten’
El otro corredor ceutí que también participará en esta
edición de la Maratón de Sables es Ismael Dris. A diferencia
de Claudio Alarcón, Dris es ya todo un experto en esta dura
prueba, participando por quinta vez. Los objetivos del
atleta ceutí también son muy distintos a los de su
compañero, ya que tras conseguir todo un octavo puesto su
intención es la de luchar nuevamente por concluir entre los
diez primeros clasificados, lo que se convertiría en todo un
logro.
En una carrera en la que muchos de los 1.500 atletas que
tomen la salida deberán abandonar, el simple hecho de
concluirla y recibir el abrazo y la medalla de Bauer es ya
un éxito. Sin embargo, Ismael Dris viaja al Sáhara a por
mucho más: demostrar que se encuentra entre los deportistas
con más resistencia física y mental a nivel mundial.
Claudio Alarcón e Ismael Dris parten hacia el Sáhara para
representar a Ceuta en una de las más prestigiosas pruebas a
nivel mundial. Una cita en la que, por encima de todo, se
valora la capacidad del deportista para superarse a sí mismo
y completar los 250 kilómetros por el desierto.
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