Doy en día hablar de educación es hablar de odiseas y
aventuras que nunca llegan ni se proclaman. Estudiar en la
actualidad equivale a que tener o no tener dinero sea la
batuta o el timón que maneje las oportunidades educativas de
la igualdad, o por el contrario la que hunda a l@s
estudiantes en la desigualdad y la exclusión social.
La crisis y la dejadez del gobierno han mermado notablemente
en la calidad de la educación en Ceuta, dejando sobre todo a
aquellas familias con menos recursos económicos,
desamparadas, “a su suerte” y teniendo muchas de ellas que
“tirar la casa por la ventana” para poder brindar a sus hij@s
una adecuada formación.
Lejos de encontrar el apoyo del gobierno para promover la
igualdad de oportunidades y la educación inclusiva que tod@s
nos merecemos. Su gestión con la reforma educativa no deja
de sorprendernos, pues no terminamos de asimilar esta
desigual actitud gubernamental, cuando ya se está imponiendo
otra.
Ejemplo de esta pésima gestión, es el famoso “3+2”, con el
cual el desatinado gobierno quiere reducir la duración de
los grados y aumentar la de los máster para conseguir el
título universitario, ¿Pero a qué precio? Con esta nueva ley
impuesta los y las estudiantes ceutíes nos veríamos
totalmente marginad@s y excluid@s del sistema educativo.
¿Estudiar? Sería misión imposible, ya que no solo tendríamos
una reducida y casi nula gama de opciones educativas, sino
que nuestra formación sería limitada y no dispondríamos de
la oportunidad de continuar con ese máster en la ciudad, en
definitiva, no podríamos finalizar nuestros estudios.
Pero, ¿Le importará al gobierno este hecho? Claramente la
respuesta es no, porque en vez de pensar en el futuro de la
población estudiantil y en promover una educación de calidad
basada en la igualdad, se prefiere trabajar por la línea de
la exclusión. Los precios que promueven con esta táctica del
“3+2” es un “robo de oportunidades e igualdad”.
Si antes, era difícil estudiar para l@s jóvenes ceutíes por
las desorbitadas tasas y los elevadísimos precios, con esta
nueva reforma establecida serán prácticamente inalcanzables
para la mayoría de la población, teniendo en cuenta que un
máster puede triplicar el precio de un grado y que gran
parte de las familias y de la población ceutí vive bajo el
umbral de la pobreza.
Nos resulta curioso como el gobierno en su búsqueda de la
desigualdad no reflexione en las tantas desventajas que
supone la implantación del “3+2” ni escuche a su ciudadanía.
Con esta reforma, la educación queda emplazada a la penuria,
a la desigualdad y a la mediocridad. Su puesta en marcha no
solo provocará la eliminación de la calidad educativa y
formativa, sino también tendrá efectos devastadores entre el
profesorado, pues ante la inexistencia de alumnos deberán
engrosar las filas del desempleo.
Desde “Jóvenes por la Dignidad” queremos hacer mostrar
nuestro descontento e indignación ante la promoción de esta
reforma por parte del gobierno y afianzar la idea de que
nuestra voz también cuenta y de que vamos a luchar por la
igualdad de oportunidades y la inclusión educativa que se
merecen l@s jóvenes ceutíes, exigiendo la retirada de este
Decreto destructivo de nuestr@s derechos.
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