La eliminación de barreras
arquitectónicas y las políticas para facilitar la
accesibilidad a todas las personas con algún tipo de
discapacidad física ha sido y es un caballo de batalla.
Muchas son las actuaciones que desde el Gobierno se han
venido anunciando relativas a la eliminación de esas
barreras arquitectónicas y de hacer de Ceuta una ‘ciudad
accesible’. Pese a ello, parece que dicha accesibilidad o
dicha imagen de ‘ciudad accesible’ no es tan real como el
Ejecutivo quiere vender ya que no puede consentirse que
existan ciertas cuestiones, y además en instalaciones
municipales, que atentan contra toda la legislación vigente
en cuanto a la accesibilidad.
MDyC, el partido liderado por Fatima Hamed, diputada no
adscrita de la Asamblea, ha denunciado el grave problema de
accesibilidad que presenta la piscina del polideportivo
‘Guillermo Molina’ y que además, las personas con algún tipo
de discapacidad física que acuden hasta estas instalaciones
corren un serio riesgo ya que son patente las carencias en
ayudas técnicas para que estas personas puedan disfrutar de
las mismas con las máximas garantías y en igualdad de
condiciones que el resto de usuarios.
No es concebible que en pleno siglo XXI, todavía hoy en día
se sigan hablando de estas barreras y de estos problemas de
accesibilidad. El Gobierno debe ser más consciente de este
tipo de detalles y cumplir con escrupulosa rigurosidad la
vigente ley de accesibilidad universal, no debiéndose
permitir que instalaciones existentes en Ceuta, y además de
su gestión directa, presenten estas graves deficiencias y
mientras vayan sacando pecho asegurando que Ceuta es una
‘ciudad accesible’.
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