Un gol de Joselu en el minuto 94’ y de penalti lanzado al
‘estilo Panenka’ daba los tres puntos ayer al Algeciras en
su visita al siempre complicado Municipal de Lebrija y con
ello la clasificación matemática para disputar la fase de
ascenso a Segunda división B con nada menos que siete
jornadas por disputarse aún. Además, ese postrero tanto del
ariete pacense sirve también para dejar a nueve puntos al
segundo clasificado, el San Fernando al que le queda aún un
complicado calendario antes de visitar el Nuevo Mirador
dentro de cuatro jornadas.
El pase a la promoción de ascenso, aunque se sabía que iba a
llegar tarde o temprano, lo hizo no sin sufrimiento y en un
ambiente menos ‘violento’ del esperado aunque con mucha
presión por parte de los aficionados locales, a lo que hubo
que añadir un árbitraje algo raro, capaz de sacar 14
amarillas (la primera a Adri Pavón cuando no se habían
cumplidoni quince segundos), como de expulsar al capitán
albirrojo, Javi Chico justo antes del empate de los de casa,
como de pitar, valientemente la pena máxima por manos en el
tiempo de añadido y contra los lebrijanos.
El Algeciras sabía lo que tenía entre manos y no quiso
especular y Melchor pudo hacer el 0-1 tras un remate que la
defensa sacó bajo palos (4’).
Pese al dominio, a los algecireños le costaba crear alguna
ocasión de peligro... que sí puso la Lebrijana con un depeje-pase-tiro
de Juande desde su propio campo que Josemi tuvo que mandar a
córner.
De nuevo el meta sevillano de los campogibraltareños actuó
en el 35’ en un remate de Luigi desde lejos que no supuso
problemas para el guardameta.
Joselu estuvo a un paso de hacer el 0-1 a segundos del
descanso tras ganar la partida a la defensa local y realizar
una vaselina que Juande la salvó bajo la raya de gol.
El segundo tiempo se abrió con el equipo más ofensivo de
cara a portería. Adri Pavón lanzó una falta en el 52’ y
Melchor saltó más que nadie para imponerse por arriba y
peinarla para hacer el primer tanto.
El criterio del colegiado cordobés González Muñoz empezó a
cobrar protagonismo y fue el desagradable protagonista de la
historia tras pecar de falta de autoridad en un partido que
le vino muy grande. Una entrada sin balón de por medio de
Luigi sobre Pavón a la hora de encuentro fue el detonante de
una media hora final en la que hubo de todo.
Tres después, el mencionado Luigi caía dentro del área y el
trencilla decretó penalti para sorpresa de todos. Javi Chico
fue expulsado por protestar y Reales ponía las tablas en el
marcador. La Lebrijana atacaba con más corazón que cabeza a
la vez que los albirrojos se defendían con bravura en su
área.
En los últimos minutos, Enrique fue expulsado tras una
entrada sobre Antonio Jesús cerca del banquillo local y fue
la antesala de la locura. En un córner botado por el
canterano, la pelota rebotó en la mano de Selu y a
instancias del árbitro, el asistente señaló penalti en el
minuto 93 en un hecho que incendió la grada local que
estalló contra la actuación de un trío arbitral que tuvo que
abandonar las dependencias del Municipal de Lebrija
acompañado por las Fuerzas del Orden.
Joselu transformó el penalti en la última jugada del
partido.
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