T otalmente falsa.
Es lo que opina una cuando ve que todo sigue igual después
de haberse conseguido el compromiso en el Pleno para que se
restableciera el servicio de transporte sanitario desde su
domicilio al centro de diálisis de las personas enfermas del
riñón, y que acuden diariamente al centro de hemodiálisis a
recibir tratamiento.
Realmente para el desgobierno del PP las sesiones plenarias
deben ser algo así como un paripé (simulación, acto
hipócrita) donde se va a pasar el trámite y a intentar que
todo siga igual en esa calma chicha que tanto les gusta. Sin
embargo, hay asuntos muy trascendentales a los que ni se
puede ni se debe dar carpetazo con un solo trámite plenario.
Desde el día 13 de este mes de marzo hay personas que saben
que tienen que buscarse la manera para ir y venir del centro
de diálisis porque al PP no le viene bien seguir pagando el
transporte. No les viene bien atender a las necesidades de
todas esas personas enfermas que salen agotadas después de
haber recibido tratamiento médico. Como no les viene bien
seguir atendiendo a las necesidades básicas de la gente.
Pero si hay algo más grave que descuidar la asistencia a
personas enfermas que precisan de ese transporte, es hacer
falsas promesas. Y falsa fue la promesa (la palabra
compromiso se escapa de su alcance) de resolver este grave
problema en un margen de 24 horas. Realmente ya me resultó
extrañó que el Sr. Vivas hablara de que garantizaba hacer
todas las gestiones para la continuidad del servicio cuando
el servicio ya estaba interrumpido desde hacía diez días por
lo que lejos de proceder la continuidad, hay que promover la
restitución del servicio.
El compromiso plenario existe, entre ellos el de hacerse
cargo con carácter subsidiario si el INGESA no restituye el
servicio para que sea la consejería de sanidad la que cubra
mediante algún convenio el transporte específico de las
personas que necesitan ir todos los días a diálisis.
Discutir quién tiene que hacerlo es como mirar al dedo del
que señala la luna, lo que hay que hacer es solucionar el
problema y el perjuicio que está causando a todas esas
familias ceutíes y luego, si les apetece, hacer cuentas
entre ambas administraciones.
Por desgracia, una semana después, todo sigue igual: Las
personas enfermas que acuden al centro de diálisis, sin
transporte sanitario y el PP con sus mentiras y su falta de
empatía.
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