Normalmente de las reuniones
semanales del Consejo de Gobierno de la Ciudad suelen emanar
los acuerdos de convenio y los de toda la actividad del
Ejecutivo, incluida la tan traída y llevada rebaja del tipo
del IPSI para los sectores de ropa, calzados, relojería,
perfumería y otros. El celebrado ayer no fue distinto a los
demás y tuvo sus convenios, el anuncio de encargos de
estudios para la reforma de los colegios o el mismo
polideportivo Ramón Díaz Flor, que por lo que dijo el
portavoz, puede tener padecer problemas, incluso,
estructurales.
Pero dentro de ese maremagnum de anuncios, ayer el portavoz,
como viejo sindicalista, anunció una solución para el
conflicto existente con los cincuenta trabajadores de la
concesionaria de la limpieza viaria, Trace.
Todo el problema arranca tras el acuerdo alcanzado entre la
representación de los trabajadores y la empresa, por el que
los citados cincuenta trabajadores de los fines de semanas
pasaban a jornadas de 35 horas semanales, aunque en el
periodo comprendido entre el miércoles y el domingo.
De seguida salieron los sindicatos haciendo ver que eso no
está permitido en el convenio colectivo, por lo que la
Ciudad y la empresa, una vez hecha efectiva la modificación
del contrato debido a la demanda ciudadana de mejorar el
servicio de limpieza, se han encontrado atadas de pies y
mano. Las protestas a la puertas de la Asamblea comenzaron y
ayer, a la vez que Carreira anunciaba la solución del
Gobierno, el presidente de la Ciudad se reunía con los
representantes de los trabajadores. La solución, según
comunicó Carreira, es fácil, sencillamente hay que redactar
y unir una adenda al convenio colectivo que dé respaldo
legal a la situación de estos trabajadores.
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