Caballas ha acusado al Gobierno local en convertirse en el
tercer socio de la empresa Trace. “Más que velar por el
interés de la Ciudad, exigiendo la prestación del servicio
de limpieza rigurosamente, se dedica a cuidar la cuenta de
explotación” de la empresa, ideando una y mil maneras de
aliviar el trabajo de la misma para ahorrarle costes y
multiplicar beneficios. Las evasivas y mentiras del Gobierno
ante la interpelación de Caballas sobre los servicios de
limpieza que prestan trabajadores de planes de empleo,
colaboración social y empresas municipales, delatan, de una
manera evidente lo que podría ser considerado una
malversación de fondos públicos (se paga a trabajadores para
hacer un trabajo que ya está pagado).
Pero aún es peor “el juego de trileros” que se traen entre
manos Gobierno y empresa concesionaria con la “modificación
del contrato”. Esta maniobra, de dudosa legalidad, se
fundamentó en la “contratación de más personal” . Así quedó
claro en el informe del interventor y en el Decreto del
consejero. Con la modificación, se pretende sustituir el
término de “contratación de personal”.
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