Aquí casi nadie quiere perder el
sitio que ahora tiene y si es capaz de lograr algo mejor,
pues en busca de ello se va.
Es de auténtica locura el movimiento que hay, en los que
hasta ahora han estado y en los que quieren entrar, por la
puerta que sea, aunque fuera “por la de servicio”, sin pasar
por las urnas, que las hay y las habrá.
Y en todo ese “revoloteo” tan sólo vemos que una persona,
Yolanda Bel, la secretaria general del Partido Popular
parece que tiene dudas de si irá en la candidatura,
posiblemente agobiada por tanto desalmado, desde dentro y
desde fuera, que la viene apuntando uno no sabe si para
desprestigiarla, simplemente para eso, o si para, de rebote,
hacerse él o ellos un sitio en las altas esferas de la
Ciudad.
De momento, y mientras no haya impedimentos sociales,
morales o judiciales, creo que Yolanda Bel debiera mostrarse
firme e ir en esa candidatura, pues si alguien ha demostrado
talante y compromiso con su puesto, ella es una de las que
más, o la que más. Y no me duelen prendas al decirlo, cuando
no han sido o no son muchos, desde dentro, los que la han
apoyado totalmente.
En la parte opuesta, esto es en la oposición, Carracao
tendrá y tiene que cumplir con su sagrado deber como
oposición de milimetrar al máximo los defectos y posibles
defectos del Gobierno, para que se corrijan o para hacer
valer sus tesis. Y así el líder del PSOE acusa al Ejecutivo
de “reírse” de la PNL sobre el Comité de las Regiones, algo
que ahora parece el logro del siglo, por los unos en el
Gobierno y por los otros por haber sido parte de los que
empezaron a mover todo esto, que ya veremos las garantías y
la prosperidad que aporta a Ceuta, a corto, medio y largo
plazo.
Pero claro, ahora, no sólo se paran en hacer valer lo suyo,
lo que hicieron o propusieron ellos, sino denigrar y
rechazar todo lo ajeno, y es el propio PSOE el que recuerda
que eso de la subida de impuestos va muy a tono con las
actuaciones del PP y que aquí fueron el Gobierno del PP y
sus sucedáneos de Caballas los que subieron el IPSI.
Esto, por muy de soslayo que se trate, es darle con toda
justicia a Caballas su justo mérito, porque, en aquello,
como en todo lo demás se bastaba y se sobraba, el PP en el
Gobierno para subirlo, sin que tuviera que “meter las
narices” el grupo de Aróstegui y Mohamed Alí.
Y quien no quiere quedarse atrás es VOX, porque saben cual
es su terreno, muy poco extenso y de él no quieren perder ni
un metro.
Por eso, acertadamente, critican que el dinero público se
use para lo que ellos llaman “defender cargos”.
Y aquí estamos en eso de entrar “por la puerta de servicio”,
cuando Mercedes Vallejo no está de acuerdo con que Juan
Vivas “esquive” la sentencia que anula el nombramiento de
Álvarez como viceconsejera.
Y por último, como “entre calé y calé no vale la buena
ventura” el PDSC acusa frontalmente a Caballas de hacer uso
del voto musulmán para sus propios intereses. El grupo de
Mizzian, muy atinado, asegura que en Empleo y en Vivienda
todo el trabajo de Caballas ha respondido, únicamente, a
intereses personales.
Más claro agua. Aguardan dos meses moviditos.
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