Y en política mucho más. Por ello
no nos extraña que, tras las elecciones de Andalucía, todos,
incluso el partido de Rosa Díez, miren lo positivo que han
tenido para ellos, en esos mismos comicios.
Aquí estamos, una vez más, en el cuento de “engaña-bobos” y
por mucho que se afanen algunos en atraerse la clientela a
base de cuentos chinos, la realidad es la que es y de ahí
van a variar muy poco las perspectivas del futuro.
En estas últimas elecciones del pasado domingo, en
Andalucía, se han estrellado notablemente tres grupos
políticos, aunque haya uno que sea capaz de recuperarse, en
poco tiempo, uno de los estrellados es UPyD, que tras el
fracaso está casi condenado a dividirse y, por ende, a pasar
a mejor vida, y si no, tiempo al tiempo.
Otro de los que se estrellaron el domingo fue IU, grupo que,
desde que Anguita desapareció, por cuestiones de salud, de
la esfera política, no sólo no ha levantado cabeza, sino que
ha ido perdiendo terreno y prestigio, en todo, y ahora se ha
quedado reducido a la mínima expresión, con la posibilidad
de ser engullido por alguno de esos que aparecen con
tendencias similares, con ánimo de desequilibrar y con rumbo
a ninguna parte.
Y el tercero en haberse dado un tremendo batacazo ha sido el
PP, al que en Andalucía, ni siquiera cuando ganó le han
permitido gobernar nunca, con lo que así se explica la faz
de unos y la del otro.
Con todo, y con la maquinaria política perfectamente
engrasada, en el PP, no me cabe la menor duda de que estos
van a recuperar una gran parte del terreno perdido y de aquí
a las elecciones generales, sin lugar a dudas, su aspecto
habrá cambiado y mucho.
¿Y los demás, qué?. Pues lo que se esperaba, porque unos,
tras haberse conocido parte de sus andanzas a un lado y al
otro del Atlántico, se han colocado en ese lugar que estuvo
la izquierda-izquierda, con tendencia a la baja, porque aquí
todo lo que huela a marxismo es oler al demonio con cuernos,
rabo y ojos brillantes, por lo que las ilusiones de más de
uno se han quedado en eso, en simples ilusiones o algo
parecido, pero jamás se harán reales sus aspiraciones a
romper lo que entre todos hemos conformado.
Por último, Ciudadanos sin hacer ruido alguno, siguiendo el
camino recto, sin alharacas de ningún tipo, puede ser, yo
diría que está en ello, el partido bisagra que tanta falta
hace y que no existe a nivel nacional, desde la desaparición
del CDS. Y es que Ciudadanos, aunque desde algún sector
“pepero” se le haya querido tirar barro para
desprestigiarlo, es , hoy por hoy, el único de los grupos
emergentes que han concurrido a estas elecciones, que no
tiene “barro” con el que se le pueda manchar la cara.
En las municipales, puede hacerse y se va a hacer con más de
una Alcaldía y, en muchos lugares, porque su talante no es
de “anti-nadie”, ni “anti-nada”, puede ser la llave de la
gobernabilidad, al no ser el grupo que quiera ir como el
caballo de Atila, rompiendo y destrozando cuanto encuentre a
su paso.
¿Y en Ceuta, qué?. El futuro es incierto, cuando estamos a
dos meses vista de unas elecciones. Y aunque se quiere lavar
ahora la imagen, haciendo lo que no se hizo en muchos meses
atrás, las mayorías absolutas pueden desaparecer y sin una
mayoría absoluta ya veremos con que talante y con qué
talento se va a gobernar, aun contando con “los arosteguis
de turno” que lo mismo sirven para un cosido que para dos
zurcidos, con tal de sacar algo. Y digo esto del talante y
talento para gobernar, porque sin mayorías absolutas habrá
muchos que se van a ir quedando, en los alrededores, sin
poder preguntar eso de “¿Qué hay de lo mío?”.
A todos los que vayan a la campaña electoral les pediría
tranquilidad, pero eso no implica aceptar las condiciones de
nadie y menos ahora, cuando se ve que están “a la baja”.
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