Y volvieron a ganar los que han
ganado casi siempre, en esta comunidad autonómica, en la que
el PSOE, llueva o nieve, es el que ha dominado y seguirá
dominando casi tantos años como “otro” dominó en todo el
Estado Español.
Y el PP se llevó el primer descalabro, porque descalabro es
haber perdido más de 500.000 votos desde las elecciones de
2012 a éstas.
Con todo, los dos de siempre siguen ahí, porque aunque uno
de esos partidos emergentes, apoyados por la multitud
callejera, han logrado unos buenos resultados, sin embargo,
los dos que han controlado y controlan el mapa político
seguirán ahí.
Ciudadanos se estrenó en Andalucía, con nota, y a pesar de
que aquí no hay dinero de fuera para hacer alardes en las
campañas electorales, con trabajo y con las actuaciones como
tienen que ser, han conseguido nueve diputados que servirán
de punto de partida para, de ahora en adelante, tener que
contar con ellos más que como una simple fuerza emergente,
como un partido que va a tener un sitio de privilegio, cada
vez con más apoyos.
Y la catástrofe de verdad, además de para el PP, al que le
ha llegado ha sido a IU, que ha perdido en torno al 40% de
lo poco que tenía, con lo que se ha demostrado que su apoyo
al PSOE, a lo largo de la pasada legislatura, apoyo que
terminó con una ruptura de matrimonio mal avenido, le ha
traído, además, el quedar casi borrado del espectro
político, para mucho tiempo.
Estaba claro y ya lo comentábamos cuando el Debate Sobre el
Estado de la Nación, Cayo Lara había entregado al que le
sustituyó en aquella ocasión “en el púlpito” del Congreso de
los Diputados, la partida de defunción del grupo, tras
varios años estancados y sin rumbo fijo, en un terreno de
nadie y con el único bagaje de ciertas “soflamas” que no
convencían a nadie.
Ahora, habrá que ver como se puede gobernar, y aunque creo
que Ciudadanos no se debe prestar a ningún tipo de comedia,
ni siquiera para apoyar a la investidura de Susana Díaz, las
fuerzas que les siguen a los del PSOE no creo que tengan
capacidad para dejar fuera del Gobierno a la triunfadora en
estas elecciones, para que siga, otra legislatura, como
presidenta de Andalucía.
Todos los demás a esperar y, si acaso, en alguna situación
puntual podrían unirse PP, IU, Podemos para tirar lo que
pretenda llevar a cabo la presidenta, pero eso, repito,
podrá ser, si acaso, algo circunstancial, en un momento, con
lo que a lo largo de la legislatura podrá pasar apuros, en
más de un instante, pero sólo así, en algún instante, no
constantemente.
Llamativo puede haber sido el descalabro del PP, o el de IU,
así como la entrada, con fuerza, de Ciudadanos, pero lo más
llamativo que podemos encontrar aquí es que la corrupción no
ha quitado muchos votos, con lo que, de ahora en adelante,
aquellos que tienen la costumbre de seguir esas artimañas,
ya saben que pueden seguir con ello, porque por muy corrupto
que sea cualquiera, eso no le va a quitar ni un solo voto.
¿Es mejor así?. Rotundamente no, pero habrá quien responda
que según como se mire, y es que tener un buen respaldo los
grupos que, a su manera, han ejercido y siguen ejerciendo la
corrupción, tan sólo esos pueden llevar al caos, moral y
ético, pero muchas veces seguirán gobernando..
El PSOE ha golpeado fuerte, en Andalucía. Ahora veremos qué
sucede en las demás autonomías y en las municipales, para
esperar el ataque final allá por el mes de noviembre en las
generales.
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