No se han hecho esperar demasiado
los de Caballas, posiblemente por aquello de que “el mal
camino hay que andarlo pronto”, en sacar a la luz su
candidatura para las elecciones de finales de mayo.
Y vista la candidatura, a pesar de que se la etiqueta con
eso de “mezcla de juventud y de experiencia”, no es
demasiado atractiva, en su cabecera, con los dos primeros
que en vez de “espadas” podríamos tildarlos de “simples
espontáneos”.
A muchos de los demás no los conozco personalmente, sí
conozco a algún otro y de esos que conozco, posiblemente,
cualquiera de ellos tendría más tirón que cualquiera de los
dos primeros, porque especialmente el segundo de ellos, en
la lista, si no lo hubieran metido ahí ya no tendría sitio,
en ninguna de las demás candidaturas serias.
Sea como sea, Caballas que será uno de los pocos que apoyen,
en su día, a que Juan Vivas siga siendo alcalde, en caso muy
probable de que el PP no sacara mayoría absoluta, digo que
Caballas poco apoyo le va a poder prestar al PP, porque tal
como se presenta el panorama, con los 5-6 del PSOE, por un
lado, las buenas rentas que debe tener Ciudadanos, lo que
saque, que también sacará su parte, Fátima Hamed, la
representación de IU y lo que logre UPyD, van a formar una
representación en el Ayuntamiento que debe y tiene que
terminar, definitivamente, con esa mayoría aplastante del PP,
en las elecciones de hace cuatro, hace ocho y hace doce
años, mayorías que han tenido, naturalmente, sus luces,
bastantes, pero también han tenido muchas sombras, como
todos sabemos.
En la presentación de Caballas y su programa que ha sido
refrendado por su militancia, para el número 2 del grupo
político, llevan un programa que “no es una amalgama de
ideas”, no faltaría más, cuando el propio Aróstegui lleva
rondando los sillones del Ayuntamiento, “desde el año del
hambre” y su número 1 es la cuarta vez que concurre, en
serio, a unas elecciones.
Un programa “para el cambio”, un slogam que ya se ha quedado
añejo, puesto que fue, precisamente, con ese slogam, con el
que Felipe González y el PSOE ganaron sus primeras
elecciones, el 28 de octubre de 1982.
En más de una ocasión, hemos dicho aquí, que es preferible
una foto, aunque sea un poco borrosa, a una buena fotocopia
y Caballas, en todas sus estructuras, y en cada paso que da
se vale, aunque sea de “tapadillo”, de orientaciones ya
añejas, caducas o trasnochadas, que trata de remodelar y
poner en acción.
La guinda a la actuación de Aróstegui no podía ir por un
camino más lleno de charcos que el que marcó:” si hay una
región de España que necesita un PER es Ceuta”.
Con esto ya se sabe lo que pretende Aróstegui y los que le
arropen, buscar y lograr una Ceuta sin trabajo y susbsidiada,
con él a la cabeza de todo, busca una Ceuta que vaya
mendigando un “sueldecillo” de cualquier forma, sin
importarles la verdadera realidad de progreso para el
futuro.
Al salir a escena, como no puede ser de otra manera, uno
debe respetar y lo respetamos, el trabajo y las ilusiones de
quienes salen a la escena política, pero una vez vistas sus
propuestas, sus formas de lograrlas y sus argumentos,
particularmente yo, bajo ningún concepto, daría mi voto a
Caballas. Habrá quien se lo dé, pero esos deben saber que
con ellos, si es que tuvieran una mínima influencia, la
Ceuta que nos aguardaría sería una Ceuta sin futuro, más
mirando a África y si acaso a las partes más deprimidas de
Andalucía, que a la Europa que nos debe servir de punto de
vista.
Experiencia, juventud, ganas de seguir ahí, en el
Ayuntamiento, pero creo y así lo deseo que, en esta
legislatura, ocupen su verdadero sitio, cada vez más lejos
de los puntos de influencia, porque su influencia sería
perjudicial para Ceuta.
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